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Pierre Castro: La licuadora
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Escritor y profesor
Un alumno me pregunta si puede acompañarme en mi rutina diaria para tomarme fotos. Está haciendo un reportaje fotográfico para otro curso. Claro, le digo, pero ¿por qué a mí? Porque tenemos que fotografiar gente marginal, profe, y usted es escritor. ¡Vesteconche! Ya, te espero en mi jato, nomás no vengas muy temprano que los escritores dormimos hasta tarde. Al día siguiente mientras lo espero recuerdo que sigo sin el diente que perdí comiendo huesos y en muletas porque me caí caminando borracho. Voy a ser fotografiado en mi peor versión. Seré la maldita lisiada de la literatura. Lo llamo. Cristian, mejor te espero en el Haití para desayunar, ahí puedes sacarme unas fotos más decentes. Ya, profe. Así que me baño y voy. Ha salido el sol y Lima parece una ciudad bonita vista desde la calle Diagonal. Pido un café, saco mi libreta y me pongo a dibujar. Ojalá que así me fotografíe, pienso, así estoy chévere. Pero cuando él llega no saca la cámara. Me conoce e intuye que eso es un montaje y no mi vida real. Él necesita fotos reales. Chapamos un taxi. El taxista es chibolo y nos conversa. Dice que no sabe si los congresistas o los futbolistas lo hacen sufrir más. Luego saca una bolsita con marihuana y nos hace olerla, rico ¿no? También cuenta que estuvo preso en Lurigancho. En el penal tienes que hacerte respetar, dice. Un día vino un grandazo y me miró feo, pero yo ya sabía cómo era la vaina, así que le dije: oe negro, ¿tú no sabes quién soy yo? Me tocas un pelo y yo te meto a la licuadora, negro. En la cárcel hay de todo, hasta teléfonos, por eso si algún día los llaman de este número no contesten, muchachos, porque esa es mi gente brava del penal, más bien gracias y cuídense que la calle está dura. Bajamos del taxi palteados y muertos de risa. Profe, ¿qué significará que te metan a la licuadora? No tengo ni idea, pero ya ves, esta es mi vida, no es el café ni mi libreta de notas lo que me hacen un escritor, son las historias que andan por ahí. ¿Y cómo voy a fotografiar eso, profe? A la franca no sé. Yo solo sé escribirlo.
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