(César Fajardo)
(César Fajardo)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Luego de permanecer cinco años en el Perú, Fidel Jaramillo, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), nos brinda sus reflexiones sobre la agenda económica y social para la próxima década.

¿Cuáles cree que son los tres logros más significativos en este período?He sido testigo de una significativa expansión económica en un contexto de estabilidad macroeconómica y progreso social.

El Perú ha sido una de las economías de América Latina (AL) que más ha crecido en la última década y es uno de los líderes en reducción de pobreza.

Entre los logros más importantes, está haber mantenido consistentemente un modelo económico que favorece la inversión privada, la apertura a los mercados externos y la inversión extranjera directa.

Un segundo logro ha sido el progreso en áreas sociales, especialmente las que están enfocadas en la reducción de la pobreza y cobertura de la población más vulnerable.

Y, finalmente, la generación de ciertos consensos en torno a políticas básicas; quisiera destacar en particular la necesidad de continuar invirtiendo en la cobertura y la calidad de los servicios de educación.

En el último reporte del BID se señala que la clase media representa el 50.6% pero que aún es vulnerable. ¿Qué factores macroeconómicos son clave para que esta situación se mantenga?Una de las transformaciones estructurales más importantes en América Latina, y en especial en el Perú, es el crecimiento de la nueva clase media.

Si bien hay divergencia en cuanto a la definición y cuantificación de la clase media, existe consenso sobre su expansión y su importante rol en el desarrollo económico, especialmente en lo que es la demanda por mejores servicios de educación, salud, seguridad y también ciudadanía.

Sin embargo es muy pronto para cantar victoria. La clase media aún es informal y vulnerable a choques externos, como la caída del crecimiento o riesgos asociados a fenómenos naturales. Esto hace que esta clase media, lejos de consolidarse, pueda caer nuevamente en una situación de vulnerabilidad o, peor aún, en pobreza, cuando uno de estos choques se prolongue.

El impacto que hace vulnerable a la clase media es el ciclo económico; por eso es importante mantener el crecimiento económico en el país, ya que esto permite expandir esta nueva clase media y mejorar el bienestar de los peruanos. Hay tres áreas de política que el BID ha identificado que son especialmente relevantes.

La primera política tiene que ver con el fortalecimiento de los activos de la clase media. Se trata de que estos se conviertan en propietarios de activos financieros (ahorros y fondos de pensiones), activos físicos (vivienda), activos productivos (que permiten generar ingresos) y por supuesto activos relacionados al capital humano (educación).

La segunda política es favorecer todos los mecanismos que generen oportunidades económicas y esto está relacionado con la reducción de la informalidad y una mejora en la articulación del mercado de trabajo con el sistema educativo; es decir que exista una estrecha relación entre lo que los jóvenes estudian y aprenden con lo que demanda el mercado laboral.

Y, finalmente, un tercer grupo de políticas que mitiguen riesgos, especialmente mecanismos de seguridad social que prevengan enfermedades, desempleo y también eventos catastróficos.

Uno de los elementos clave para seguir creciendo es la inversión privada y más en un entorno de desaceleración internacional. ¿Qué tan relevante es el régimen político?Nuestra visión de largo plazo en el Perú es más bien favorable, el país tiene una serie de condiciones muy sólidas en la gestión macroeconómica, en lo fiscal, monetario, financiero y cambiario, que le dan muchísima estabilidad y predictibilidad al manejo macroeconómico y eso es muy importante.

Un segundo elemento es garantizar el acceso a las condiciones básicas de los servicios de infraestructura y de entorno para hacer negocios; eso es un factor muy importante a la hora de decidir sobre el destino de las inversiones.

La decisión de inversión es de mediano y largo plazo y va más allá de la coyuntura política; los países tienen elecciones, procesos electorales y conflictos. Eso existe en el Perú, en América Latina y en muchos países del mundo.

Por lo tanto es necesario mantener sólidos esos fundamentos macroeconómicos y, además, promover el acceso a los bienes públicos claves (infraestructura y financiamiento) para desarrollar proyectos de inversión.

¿Qué esperaría que ocurra en el Perú en las siguientes elecciones? ¿Qué políticas públicas deben seguir y cómo garantizar su continuidad?El hecho de que haya un proceso democrático y que sea el cuarto gobierno elegido de manera consecutiva muestra los avances y la madurez democrática en el país.

El debate empieza con la identificación de ciertos consensos en áreas como manejo económico, programas sociales, inversión en educación, innovación, sostenibilidad ambiental, adaptación al cambio climático y la dinamización de la inversión público-privada en infraestructura; todo esto para procurar la disminución de la brecha.

Luego de vivir cinco años en el Perú, ¿qué cree que necesitamos para ser un país desarrollado?Primero, un tema fundamental son las reformas clave que permitan reducir los niveles de informalidad que afectan la productividad general de la economía. Esta es una debilidad muy importante que está además difundida a todo nivel.

Luego, se debe seguir construyendo un país conectado y articulado a los mercados, esto tiene gran impacto en términos de la calidad de vida de los peruanos en las áreas más aisladas.

Y por último es necesario seguir trabajando en el potencial de emprendimiento que tiene el Perú y que ha sido un importante hallazgo durante estos años, en los que he sido testigo de esa capacidad de emprendimiento, especialmente de los jóvenes que apuestan por nuevas actividades económicas y por el futuro.

AUTOFICHA

■ "Dejo el Perú y me traslado a Panamá como representante del BID en ese país. A manera de despedida, participé en la maratón de Movistar 42K de Lima y la culminé en un tiempo estimado de cuatro horas".

■ "Fui ministro de Economía y Finanzas y gerente general del Banco Central de Ecuador. He sido el funcionario más joven en ocupar ese puesto, cuando tenía 33 años".

■ "Mis hijas estudian en Estados Unidos Economía Política e Ingeniería Ambiental. Mi esposa María del Carmen es gerenta de Responsabilidad Social en una importante empresa de infraestructura en el Perú".

Por Giovanna Prialé (giovanna.priale@peru21.com)

TAGS RELACIONADOS