(Opinión) Richard Arce: El gobierno de los mediocres

“La burla regional se volvió nacional y se ha personificado en Pedro Castillo”.
(Foto: Presidencia)

Se define como mediocracia al gobierno de los mediocres, que en nuestro país se ha puesto en vigencia con Pedro Castillo, que, además, premia la incompetencia y la incapacidad con la designación de funcionarios mediocres.

Lamentablemente, ya teníamos antecedentes y uno de estos personajes deplorables fue el último gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, que hacía gala de su ignorancia en cada intervención pública; desinformado, chabacano y extremadamente populista con sus mensajes demagógicos, llevaron a Arequipa a avergonzarla como región.

El problema es que la burla regional se volvió nacional y se ha personificado en Castillo, como presidente de la República; encima, tiene título de maestro, al extremo de que su gremio lo llama “amauta”, ofendiendo la imagen de respeto y sapiencia que estaba asociada a un “Yachachiq”.

Los escándalos internacionales sobre sus exabruptos que desnudan su ignorancia han inundado diferentes noticieros y son la comidilla de las redes sociales, que ridiculizan al presidente.

Pero estos desatinos del presidente se han vuelto cotidianos. Esta semana confundió el saludo de dos regiones importantes, Arequipa y Huánuco, que estaban de aniversario y fueron saludadas por Castillo aludiendo a una supuesta conmemoración de declaración de independencia. Ayer, en plena ceremonia de reconocimiento del pueblo heroico de Tacna, confundió el nombre de Jorge Basadre. Y eso que estaba leyendo su discurso, otro papelón.

Ahora se entiende el nivel de desconocimiento, desinformación e ignorancia que pone de manifiesto en cada intervención, ya que, en el ataque de sinceridad, en la célebre entrevista a CNN, argumentó que no leía ni siquiera periódicos.

Finalmente, a pesar de toda la vergüenza nacional que ocasionan sus exabruptos, con sinceridad todo es perdonable. El problema real es otro y esto no merece concesiones ni perdón, y son los actos de corrupción en los que está involucrado, porque eso sí degrada la investidura presidencial.

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