Un sobrino político de Pedro Castillo se suma a la lista de familiares con restricciones judiciales. (Foto: archivo Presidencia)
Un sobrino político de Pedro Castillo se suma a la lista de familiares con restricciones judiciales. (Foto: archivo Presidencia)

El fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, ha marcado un precedente con la incorporación como investigado al presidente Castillo, en vista que por su investidura se limitaba la acción de la justicia ante presuntos delitos en los que estaría involucrado.

Políticamente, por mucho menos vacaron en el último lustro a un presidente y obligaron a renunciar a otro; ahora se tiene información de colaboradores eficaces y una serie de hechos fácticos que estarían incriminando al presidente en un tinglado para favorecer licitaciones, e inclusive la tesis fiscal alude a una presunta organización criminal que lideraría el propio presidente.

Estamos ante la muestra de la decadencia de un gobierno, que llegó cargado de ilusiones de millones de peruanos, que ahora ven con frustración todos estos escándalos de corrupción y además se constata su ineptitud e incapacidad para gobernar, exponiéndonos a todos a una crisis sin precedentes.

El problema es serio, porque la crisis alimentaria ya nos agarró desprevenidos, no se planificó y menos se tuvo una política pública para menguar el efecto de la subida del precio de petróleo, que ya está afectando a las familias. Encima, la necedad del presidente hizo que nombrará a incapaces en el Midagri y ahora tenemos el serio problema con los fertilizantes.

Los conflictos sociales están desbordados, vamos en el 48avo día de paralización en Las Bambas, sin visos de solución. Pretendieron dialogar con los presidentes de las comunidades campesinas en Lima, pero no hay hasta el momento ningún atisbo de solución, al contrario; ayer prorrogaron el estado de emergencia por 60 días en los distritos de Chalhuahuacho y Coyllurqui en la provincia de Cotabambas en Apurímac. Esto es una clara provocación del Gobierno.

El escenario se pinta tenue, con todos estos problemas sociales, la incapacidad para gobernar y los escándalos de corrupción, creando el escenario para una crisis social y económica sin precedentes. Será el costo de haber elegido a este gobierno, remedo de la ilusión que la izquierda añoró en un momento.