Se ha pretendido generar un telón de incertidumbre sobre el debate en el Congreso por la vacancia presidencial, que se tiene programado el día de hoy, al extremo que han salido con un guion preparado, para seguir polarizando el país, con ese argumento binario de confrontación, entre pobres versus ricos, blancos con cobrizos, limeños con provincianos, que muy bien les dio rédito político en las últimas elecciones.
El Congreso está descalificado, una encuesta que salió el domingo muestra que el 80% de los encuestados quiere que se vayan todos, el Ejecutivo y Legislativo, como una salida a esta crisis política. Lo bueno es que ya se está contemplando este escenario, lo malo es que en el Congreso están empecinados en aferrarse a sus cargos, sin importarles nada, menos el país.
La realidad es que tenemos problemas en las calles, desde la subida de los precios de manera considerable en esta última semana, en productos como el azúcar, el pan y el pollo, como consecuencia del alza sostenida del combustible. La inflación batirá récord después de más de 30 años y el gobierno no muestra ninguna estrategia de gestión económica, como paliativo a la crisis.
El dispendio del fondo de estabilización que se tenía en los combustibles está pasando factura y ni siquiera hay una estrategia para buscar amortiguar esta afectación al bolsillo de los ciudadanos. Esto es una muestra de la incompetencia funcional del gobierno de Castillo.
Los conflictos sociales se han desbordado, sobre todo en el “corredor minero”, al extremo que se sigue bloqueando la vía en diferentes tramos. En Cuajone continúa el bloqueo del suministro de agua y encima hubo amagos de incendios en algunas garitas de control. En Junín, bloquearon la Carretera Central, en protesta contra Chinalco.
Ninguno visualiza la magnitud de los problemas que se nos vienen, están absortos de la realidad y hoy veremos un penoso espectáculo –en la pretendida vacancia– que será un fiasco.