Máscara de Dalí
Máscara de Dalí

Keiko Fujimori no es “la señora K”. “Fuerza Número Uno” no es “Fuerza Popular”. Alberto Fujimori no es un asesino. Vladimiro Montesinos no fue un siniestro asesor en la sombra. Blanca Nélida Colán no fue una fiscal corrupta; jamás ejecutó órdenes de la dictadura. Es más, ¡nunca hubo dictadura! Las reelecciones de Fujimori fueron legales, ¡así lo interpretó el congreso! Jamás se maltrató a ninguno de los magistrados del tribunal constitucional. Ellos quisieron torcer la voluntad del pueblo, ¡se tenían que ir! Alejandro Rodríguez Medrano no se vendió. Sirvió con dignidad al intachable aparato judicial de la era Fujimori.

¡Nada que ver con la podredumbre de hoy! Los congresistas Gilberto Siura, Daniel Espichán y Óscar Medelius jamás fueron títeres de un régimen de facto. Lucharon por defender los intereses de todos los peruanos. ¡Eso era democracia! El mayor Santiago Martín Rivas no cometió delitos de lesa humanidad. El grupo Colina fue clave para asestar golpes estratégicos contra la lacra del terrorismo. ¡Mejor qué estén muertos y enterrados! Al suboficial de inteligencia Jesús Sosa Saavedra no le decían “Kerosene” por su sofisticada técnica para incinerar cadáveres. Jamás se buscó la amnistía a militares involucrados en violaciones de derechos humanos.

No existieron campañas de desprestigio en diarios chicha. ¡Jamás se difamó a nadie! Montesinos no dictó un solo titular. Los vladivideos fueron editados maliciosamente para manipular a la población y ponerlos en contra del fujimorismo que salvo al país de la quiebra y del terror. ¡Los caviares pro-terrucos quieren acabar con el legado del chino! Ni un solo broadcaster puso en venta su línea editorial. ¡La rebosante libertad de prensa era un sólido contrapeso al poder político! Nunca se utilizó a la SUNAT como perro de ataque para presionar a empresarios. José Portillo Campbell no hizo trampa en las elecciones. ¿Acaso no entienden que “papelito manda”? Ahí tenía todos los números. ¡Los números no mienten!

El general Nicolás de Bari Hermoza Ríos no fue el brazo armado de la dictadura. Los altos mandos militares jamás desfilaron frente a las cámaras firmando infames actas de sujeción. ¡Vestían sus uniformes con orgullo! Montesinos no cobró cupos a narcotraficantes. ¡Hasta se han atrevido a insinuar que miembros del ejército custodiaban las pistas clandestinas! ¡Cómo van a creer en la palabra de un narco como Vaticano! Además, se retractó en el juicio. ¿Acaso lo torturaron para que cambie su versión? Los fondos de la privatización no desaparecieron. Todos los hijos de Fujimori pagaron sus estudios con la venta de la casa en Pinarolo. Ningún familiar de los Fujimori es prófugo de la justicia. Como verán, nada es lo que parece. No se dejen engañar por el odio.