(Foto: Presidencia Perú)
(Foto: Presidencia Perú)

Ante el rechazo generalizado, la moción de vacancia parece desinflarse en el Parlamento con el paso de los días, pese a que los audios de marras, ya difundidos en su totalidad, no dejan de ameritar una investigación a la que el presidente Martín Vizcarra –como debía– se ha allanado públicamente ayer, pero que, como hemos dicho en Perú21, deberá enfrentar desde el día uno de su salida de Palacio y no antes, como pretendían el antaurista Edgar Alarcón y quienes se convirtieron en sus furgones de cola en el Congreso de la República.

Vizcarra ha pedido disculpas a medias al país por las deplorables artimañas que intentó para ocultar la cantidad de veces que había recibido a Richard Swing en su despacho, pero días antes surgieron otras informaciones que revelaron repetidos y untuosos intentos de Merino de Lama, presidente del Congreso, y Otto Guibovich, portavoz de AP, por comunicarse con el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general César Astudillo y –cuando este no les contestó– con el almirante Fernando Cerdán, comandante general de la Marina.

Dos encumbrados dirigentes de un partido político con la historia de Acción Popular arrastrados de la nariz por un sujeto de los antecedentes de Edgar Alarcón resultaron llamando a los cuarteles. Si las, no malas, sino pésimas lenguas decían que uno ya se estaba probando la banda presidencial, en Piedras Gordas debe haber habido otro que se frotaba las manos al sentir más próximo su esperado indulto: el plan iba saliendo a la perfección… hasta que el apoyo de las bancadas comenzó a deshilacharse.

Lo de Vizcarra es censurable, sin duda (que no fue delito, como él dice, lo definirá la Fiscalía), pero que las desmedidas ambiciones políticas hayan conducido a algunos hacia posturas totalmente antidemocráticas e inoportunas, irresponsables, en tiempos en que el país necesita estabilidad y la colaboración de todos los peruanos para enfrentar la crisis económica y sanitaria en que nos ha sumido la pandemia del COVID-19, quedará como un baldón para el partido que fundara Fernando Belaunde Terry.

El último fin de semana y ayer mismo más dirigentes políticos y partidos se han sumado a la posición de no avalar la vacancia por todo lo que ello representa para el país, dejando en offside a Merino de Lama, a quien ni sus propios correligionarios avalan en su proceder; y también al alfil de Merino en esta operación, Edgar Alarcón, quien, como informamos hoy, habría mentido al afirmar que recién recibió los audios el último miércoles.