notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Para los detractores de la Ley de Empleo Juvenil, la propuesta –en corto– mutila beneficios. Punto. Beneficios que, además, son considerados "conquistas" en un sistema de derechos laborales que pretende compensar la precariedad del mercado laboral peruano.

En efecto, la llamada 'ley Pulpín' busca compensar a las empresas –vía la reducción de costos laborales– la baja competitividad de ese grupo que recién se integra al mercado laboral y cuya realidad es hoy la informalidad. La alternativa no es, entonces, como dicen los detractores, puestos de trabajo con todas las ventajas del sistema tradicional, sino el empleo informal; esto es, sin ningún tipo de beneficio. Es escoger entre un puesto de trabajo formal, con pocos beneficios pero en una legislación recortada, o empleo en el sector informal, sin beneficio alguno (vacaciones, seguro de trabajo, bonificaciones, etc.).

Pero el problema, en verdad, es anterior: el Estado ha hecho un pésimo trabajo en educar y brindar competencias a los jóvenes de bajos ingresos, y ahora esta norma pretende otorgarles cierta competitividad por dos vías: acercar los costos a la demanda y a través de la capacitación. Pero, como dijimos, no hay forma de hacerle entender a ese grupo, y ahora el gobierno tendrá que optar entre presionar la norma, negociar en el Congreso o negociar con los jóvenes que se oponen (los cuales, parece, no están dispuestos a ceder en nada).

Si el Estado hubiese hecho su trabajo, no estarían los jóvenes ante esta alternativa. ¿Qué se debió hacer? Preocuparse por la calidad educativa, por la calidad de las instituciones, por la inseguridad, y un larguísimo etcétera.

Y esa es, creo yo, parte de la oferta que puede aún brindarle el gobierno a todos los peruanos: otorgar mejores servicios educativos, administración de justicia, seguridad ciudadana, infraestructura, etc., y así los empresarios verían esos costos reducidos y podrían asumir el aumento en los costos laborales.

Al final, como vemos, todos somos 'pulpines' del Estado de una u otra manera.