He estado hablando con empresarios, administradores de fondos de inversión, banqueros de inversión, consultores y periodistas. Los espíritus del ánima siguen mejorando. En semanas ya se han destrabado algunos proyectos parados por años. El nombramiento de Richard Cabello a Proinversión también ha sido muy bien recibido. La inversión se recuperará y el Estado mejorará; empezará un círculo virtuoso.
Por lo general, congresistas y funcionarios del gobierno han sido más prudentes en público. En ausencia de partidos políticos y con el ánimo que siguen demostrando los congresistas de Fuerza Popular y Frente Amplio, tendrán que seguir siéndolo. Yo no, comento dos de las citas de los congresistas de FP y FA a este diario.
"Si hay tantas reformas [pendientes], por ejemplo, en educación, no entiendo por qué mantienen al mismo ministro". Porque siguió la evaluación magisterial, y se iniciaron las evaluaciones a directores y personal administrativo. Porque se inició un agresivo programa de infraestructura pública y otro a través de obras por impuestos. Proinversión no formuló ni una APP –inversión privada en infraestructura– de educación –ni salud–. Eso cambiará. La implementación de las leyes de universidades e institutos, o la reforma curricular, por ejemplo, son viables dada la continuidad de Jaime Saavedra y su equipo.
"Estaremos muy atentos a los nefastos lobbies que se pueden dar en el actual gobierno". Un programa bien diseñado de APP fomentará la competencia y quitará espacios a los mercas, tan activos en gobiernos previos. No les interesa la corrupción porque apoyaron inicialmente al gobierno previo y a uno anterior, que junto al intermedio fueron una vergüenza en este aspecto. Siguen con un caballito de batalla político, dada su orfandad para formular propuestas o promover el desarrollo.