Mientras asombrados disfrutamos los Panamericanos, el Perú continúa sumido en la incertidumbre y el caos.
Pugnas y alborotos dentro del Congreso, desconfianza y corrupción al interior del Poder Judicial, tensiones y disputas en la Fiscalía. Nada cambió este desorientado presidente 16 meses después. Todo sigue igual en lo político, peor en lo económico y penoso en lo social.
Gobierno y prensa atontados con la corrupción y liados con la política.
El “gran trabajo de la Fiscalía”, empañado por un acuerdo de colaboración que resultó ineficaz, infantil y oneroso para el país. ¡Los corruptores se la llevarán fácil!
Entre tanto, el desbarajuste cunde. El gobernador de la región Arequipa, un personaje mal educado, desaliñado y autocrático, actúa en la región como en su chacra. Ha decretado que Tía María, un proyecto minero declarado viable y sostenible por cuanta autoridad existe, ¡NO VA!
Quisiéramos saber qué competencia tiene para bloquear, con mentiras, una obra que hará más ricos a todos los peruanos, en la cual se ganarán US$1,400 millones en inversión, 9,000 puestos de trabajo durante la construcción y más de 650 en la operación.
¿Cómo compensará este agitador un valor exportable de US$750 millones anuales? ¿Cómo repondrá los S/273 millones (S/100 millones para Islay) y los S/325 millones que dejará de recaudar cada año la región y el gobierno central?
El populismo campea 198 años después de la gesta de San Martín.
El alcalde Jorge Muñoz declaró nulo el contrato con la empresa Lamsac (Línea Amarilla). El alcalde ahora es también juez, quiebra los contratos sin proceso, asume contingencias en nombre del pueblo limeño.
El mal ejemplo se contagia. ¿Feliz 28? ¡Un poco de orden, señor presidente!