[Opinión] Yesenia Álvarez: Libertad económica y corrupción

En marzo de este año, el politólogo estadounidense Steven Levitsky apuntaba en una entrevista en La República que “Castillo era un inepto y que le parecía contaminado por las pequeñas corrupciones que predominan en la política peruana pero que no tenía talento para ser un gran criminal”. Era insostenible este argumento con el que se minimizaba la capacidad de daño del gobierno en ese momento y por supuesto lo es mucho más ahora con todas las evidencias y las investigaciones fiscales que enfrenta el presidente. Tampoco tenía sentido argumentar que la corrupción que rodea a Palacio y que compromete al presidente sea considerada pequeña debido a que, por el mismo poder, los presupuestos y el tamaño de su cargo la hace en sí gran corrupción.

Sin embargo, cada cierto tiempo cuando se necesita que la ciudadanía tome conciencia sobre tener en el poder a un gobierno corrupto aparecen analistas para minimizar el daño que Castillo le está haciendo a las instituciones y a las posibilidades de desarrollo del Perú. Un país donde campea la gran corrupción desde el mismo gobierno genera desconfianza, disuade las inversiones nacional y extranjera, y socava los negocios.

Si miramos al mismo tiempo el Índice de percepción de la corrupción de Transparency International con el Índice de Libertad Económica de The Heritage Foundation se puede apreciar que los países con más libertad económica tienen menos corrupción. Siete de los países que lideran el top 10 de libertad económica encabezan el top 10 de países en los cuales la percepción de la corrupción se acerca a inexistente.

Como sabemos la libertad económica es importantísima para el crecimiento económico y la prosperidad. Esto significa generar más oportunidades para reducir la pobreza, más empleos, más desarrollo, y que nuestras economías familiares mejoren.

Dejar en el Ejecutivo a un poder corrupto es permitirle golpear la economía y nuestras posibilidades de desarrollo. Quienes defienden que no hay mayor drama que este gobierno se quede hasta el 2026 están negando el documentado daño institucional y económico que generan los gobiernos corruptos.