[Opinión] Yesenia Álvarez: “Abriendo los ojos ante el autoritarismo”

“(...) ojalá que al Congreso no le quede ninguna duda de que este gobierno no quiere diálogo y que poner paños fríos después de confrontar es una de sus estrategias desde que asumieron el poder”.
(Presidencia)

Cualquiera que se considere demócrata en este país no puede seguir defendiendo las cada vez más evidentes pretensiones autoritarias de Pedro Castillo. Para algunos estaba muy claro desde el inicio que un presidente con talante, proyecto y juntas autoritarias deriva necesariamente en un ejercicio de poder autoritario.

Sin embargo, a cierto sector de intelectuales y analistas de la política que creía que Castillo “era solo un inepto que no tiene el talento para ser un gran autoritario” le ha costado empezar a llamarlo con esa categoría, pese a que habían varias evidencias de que venía erosionando el Estado de derecho.

Hoy, muchos ya se convencieron con esa infame acta del Consejo de Ministros a través de la cual el gobierno interpreta que “el rechazo de plano de la cuestión de confianza efectuado por la Mesa Directiva constituye una negación de cuestión de confianza”. Se puede ver en el debate público que empiezan a definir a Castillo como autoritario y que sería realmente el gobierno el que estaría preparando un golpe de Estado. Incluso el hecho de que luego la nueva premier, Bettsy Chávez haya salido con un impostado tono conciliador ha sido percibido como una estrategia manipuladora; y que haya nombrado al expremier Torres como jefe del gabinete de asesores en la PCM como una burla y una prueba que este gobierno hace realmente lo que le da la gana.

Dentro de su cinismo piden diálogo, pero nombran premier a una ministra que ha sido antes censurada y que está en investigación por aprovechamiento del cargo y tráfico de influencias. En el contexto de la nueva moción de vacancia en contra de Castillo, ojalá que al Congreso no le quede ninguna duda de que este gobierno no quiere diálogo y que poner paños fríos después de confrontar es una de sus estrategias desde que asumieron el poder.

Finalmente, llama la atención que este contexto está desenmascarando a falsos demócratas como los antifujimoristas que se la pasaron años protestando contra el cierre autoritario del Congreso del 5 abril de 1992, pero que son los primeros en pedir un cierre autoritario de este Parlamento y que toleran todos los abusos de este gobierno corrupto que precariza el Estado y que obstruye la justicia. Un antifujimorismo que hace buen tiempo se convirtió en el monstruo que juró combatir.

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