[Opinión] Sonia Chirinos: Una heroína llamada Madame Curie

“Hay un tercer hito en la vida de Madame Curie que quiero destacar: al estallar la Primera Guerra Mundial acude a la primera línea del frente para organizar una red de ambulancias radiológicas y enseñar el uso de los rayos X”.
Marie Curie nació el 7 de noviembre de 1867 en Polonia. Su carrera científica la desarrolló en Francia. (GETTY IMAGES)

Qué increíble la vida de esta mujer. Primera mujer Premio Nobel; primera en obtenerlo por segunda vez en disciplinas distintas, (Física y Química) y madre, a su vez, de una Premio Nobel.

Hay tres hitos en la historia de esta científica que hoy, cuando se cuestiona la igualdad entre hombres y mujeres, o se viven los desastres de la pandemia junto con los egoísmos de la industria farmacéutica, vale la pena destacar.

Con otro genio, Pierre Curie, formó una familia, y en pie de igualdad hicieron increíbles descubrimientos. Siendo mujer en un mundo de hombres, estuvieron a punto de privarla del Nobel. Pierre Curie, consultado en secreto, no aceptó la hipótesis. Con 38 años, Marie Curie, junto con su marido de 45, obtuvo el Nobel.

Descubierto el radio, Pierre planteó a su esposa la conveniencia de patentar la técnica de su obtención, y asegurarse los derechos en el mundo entero.

Marie rechazó la idea por ser “contraria al espíritu científico”. “El ‘radium’ servirá para curar enfermos. Es imposible sacar beneficios de ello. Pertenece a la humanidad”, dijo. Así fue. Así pasó. Pierre moriría poco después: su viuda, con dos hijas y sin cesar en su labor científica, no se arrepintió jamás de esa decisión.

Hay un tercer hito en la vida de Madame Curie que quiero destacar: al estallar la Primera Guerra Mundial acude a la primera línea del frente para organizar una red de ambulancias radiológicas y enseñar el uso de los rayos X.

Tanta generosidad, altruismo y abnegación nos deben servir de ejemplo en estos momentos en que los países ricos se plantean la tercera dosis de la vacuna anti-COVID, y los pobres, como siempre, olvidados. Sin la inmunidad mundial, salvo ser ricos petulantes, lograremos poco.

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