[Opinión] Richard Arce: Un Parlamento cómplice

Cuando evaluamos las alternativas para salir de esta crisis política, parece que estuviéramos empantanados en el juego de poderes entre el Legislativo y el Ejecutivo porque se viene el debate de la moción de vacancia, el próximo 28 de marzo, pero no genera mayor expectativa porque no tienen los votos que, lamentablemente, es lo que importa más allá de los argumentos o las razones que deberían primar.

El expresidente Sagasti plantea una cruzada nacional, para juntar 75,000 firmas para presentar una propuesta legislativa de adelanto de elecciones. Suena bonito y parecería el camino viable para salir de esta crisis, pero esta iniciativa tiene un problema en su viabilidad puesto que necesita de 66 votos en el Congreso para que se tome en cuenta.

La realidad nos demuestra que el Parlamento solo se moviliza en función de sus intereses en juego; basta ver el número importante de congresistas mercaderes de sus votos que se ofrecen al mejor postor. Por tanto, es impredecible el resultado que se pueda obtener.

Los congresistas se van a aferrar a sus cargos. No entienden que la única salida es que se vayan todos. De la misma manera, Pedro Castillo es testarudo, no muestra ningún tipo de compromiso con el país y menos desprendimiento para la sucesión de mando.

Para muestra un botón: recién ayer pudieron conseguir, a duras penas, 33 firmas para presentar la censura al inefable ministro Condori. Esto nos demuestra el nivel de decadencia de un Parlamento desacreditado ante la opinión pública, por lo errático en sus posiciones.

Con este antecedente y después de la genuflexión de varios congresistas, estamos convencidos de que no hay el desprendimiento para promover un proyecto de ley de adelanto de las elecciones.

En consecuencia, parecería que estamos condenados a que siga profundizándose la crisis política exponiendo al deterioro de las instituciones del Estado y la destrucción del país.