[OPINIÓN] Richard Arce: “ Un Estado infestado de corrupción”

Mientras vamos viendo el desfile de millones de soles en los diferentes destapes de corrupción, con estupor e indignación, por el grado de decadencia al que nos han llevado los gobiernos de turno, no nos damos cuenta de que esta putrefacción del Estado peruano continúa latente, a la vista y paciencia de todos.

Ahí está el Congreso, con el derroche del presupuesto público, con cada viaje de turismo de los congresistas, si es a un país exótico y lejano, es mucho mejor y encima tienen la desfachatez de justificar supuestamente porque nos están representando en algún califato del ancho mundo. Eso sin contar que inclusive cobran doble, por los pasajes y viáticos de estos periplos al fin del mundo y por los gastos de la semana de representación; todo pagado con nuestros impuestos, por si acaso.

No contentos con semejante despropósito, emprendieron el reto de entregarle un bono de nueve mil soles a los trabajadores del servicio parlamentario para recompensar a los que estaban siendo esquilmados por los llamados congresistas ‘mochasueldos’ y así comprar su silencio, porque ya era mucho escándalo tener una decena de congresistas que extorsionaban a sus trabajadores, bajo diferentes modalidades.

Solo estamos empezando, porque la retahíla de denuncias es de escándalo; piden televisores pantalla plana, frigobares, muebles de lujo y remodelaciones de sus oficinas, para que se sientan cómodos nuestros “padrastros” de la patria. Esto sin contar los blindajes a estos congresistas impresentables y a los llamados “Niños”.

Pero la corrupción también está en diversas instituciones del Estado, para muestra Essalud, que supuestamente debería atender a los asegurados, que religiosamente cada mes pagan sus aportes. En vez de comprar medicinas o equipar los hospitales, se han dedicado a comprar vehículos de alta gama, para que se movilice la alta gerencia, y encima contratan asesores a discreción —20 para la dirección—, con unos sueldazos y funcionarios que más que curriculum tienen dudosa reputación. ¿Ya tocamos fondo? No, esto es pan de cada día.

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