[Opinión] Richard Arce: Sueños de opio de la izquierda

Parece anacrónico porque nos retrotrae 50 años atrás, pero hoy está más vigente que nunca, que es negligente que el gobierno tenga el control absoluto de las empresas estatales. Castillo nos demuestra con lujo de detalles la incompetencia y la incapacidad funcional de los ejecutivos que él ha nombrado y que se suma a sus escándalos de corrupción, en las compras de biodiésel y el ruleteo de contrataciones direccionadas, con claros vicios de corrupción.

La realidad es que, una vez más, un supuesto gobierno de izquierda nos muestra lo ruin que puede ser si se les da las riendas del manejo de las empresas estatales; al extremo que con este ejemplo de Petroperú, nos deja sin argumentos para seguir criticando el rol subsidiario del Estado y ni qué decir de las inversiones, que deberían ser mejor privadas para evitar este saqueo.

El caso de Petroperú causa una profunda indignación porque se evidencia ahora el estigma que ha cargado la izquierda, sobre todo la latinoamericana, sobre la incompetencia y la negligencia que tienen en el manejo de las empresas estatales, que fue el sustento para que se tenga un proceso de privatización durante las últimas décadas e inclusive se imponga el modelo económico neoliberal.

La verdad es que Castillo está enterrando la esperanza de una nueva Constitución porque está demostrando que la ilusión de cambiar el capítulo económico que permite una mayor participación del Estado es un fiasco; más aún, se evidencia que esto permitiría que truhanes copen estas empresas para saquearlas y quebrarlas solo en ocho meses.

Con esta experiencia, ¿quién se atrevería a apostar por un modelo económico alternativo, con un Estado fuerte?