"Pero creo que es pedir peras al olmo, además una vez ya lo hice personalmente y no lo tomó en cuenta e hizo todo lo contrario..." (Foto: GEC)
"Pero creo que es pedir peras al olmo, además una vez ya lo hice personalmente y no lo tomó en cuenta e hizo todo lo contrario..." (Foto: GEC)

La sensación es de desgano frente al mensaje a la Nación de la presidenta Dina Boluarte, después de la elección de un impresentable como presidente del Congreso; pero ya ni genera ilusión la expectativa de anunciar los cambios profundos que requiere y demanda el país, porque probablemente será el mismo mensaje de siempre.

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Lo más probable es que se hará una descripción en una larga retahíla de obras y acciones propias de las diferentes carteras ministeriales que ejecutan presupuestos ya programados y que en realidad son independientes de la decisión del gobierno de turno. Se podría decir que esas acciones funcionan por el piloto automático, ya fuimos testigos de cómo en un gobierno incapaz como el de Pedro Castillo, a pesar de las negligencias e incompetentes que tenían en los ministerios, se ejecutaban los presupuestos.

Como vengo denunciando desde hace varias semanas, con esta elección de la nueva Mesa Directiva del queda sellado el pacto infame del fujicerronismo. Esto sería en realidad el preludio de un nuevo escenario de crisis política por las angurrias que han caracterizado a estas dos organizaciones políticas. Infiero que van a buscar tumbarse al Gobierno, porque presumo que el objetivo es tomar el Ejecutivo, ante la precariedad de la gestión de Boluarte.

Por eso es clave la coyuntura y la lectura política que debería tener la presidenta y aprovechar el mensaje de 28 de julio para zanjar su posición frente a un Parlamento desprestigiado, anunciando una salida ordenada de esta crisis, que definitivamente sería volver a plantear el adelanto de elecciones.

Evidentemente, esto no sería solo un mero discurso, porque en el Congreso sí tienen un consenso unánime que es perennizarse en el poder hasta 2026, cueste lo que cueste; entonces se tendría que plantear estrategias confrontacionales, emplazando al Congreso a desaforar a los congresistas ‘mochasueldos’, ‘Los Niños’ y traficantes que ahora están muy orondos, porque tienen la impunidad de la complacencia de sus colegas.

Sé que es un mensaje para la tribuna, pero justamente es lo que necesita Boluarte, recuperar algo de la confianza de la población para emprender ahí una serie de medidas constitucionales para presionar el adelanto de elecciones.

Pero creo que es pedir peras al olmo, además una vez ya lo hice personalmente y no lo tomó en cuenta e hizo todo lo contrario; de ser así, su suerte estaría echada.

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