[Opinión] Richard Arce: “La conflictividad social está desbordada”

a protesta social se ha desbordado a nivel nacional; ya no es una manifestación en una región en particular. Al contrario, ha escalado y se ha desencadenado con violencia en otras regiones como Arequipa. El reporte es que las carreteras más importantes del país están bloqueadas; inclusive se tomó ayer el aeropuerto de Arequipa.

Frente a esta situación, el gobierno de Dina Boluarte y sobre todo el Congreso tienen que entender que se ha llegado a un punto de no retorno y que inclusive el mensaje a la nación a medianoche de la presidenta no tuvo el efecto de calmar la movilización social.

Varios errores cometidos por el gobierno de Boluarte, desde la intención de quedarse hasta 2026 y la conformación de un endeble gabinete ministerial, sin capacidad de respuesta y sobre todo sin perfil político, les está pasando factura en estos momentos aciagos.

En mi tierra Apurímac, ahora en la provincia de Chincheros, hay más fallecidos, se incendió la Fiscalía y la comisaría, con un descontrol total de la ciudad. Aquí también las víctimas son los policías, que en un audio pedían auxilio, por estar reducidos en la comisaría con heridos incluidos y dos de ellos de rehenes.

Se está enfrentando pueblo contra pueblo (los policías son hijos de la población, en Andahuaylas hay la Escuela Policial, en Pacucha); por eso es irresponsable que desde políticos y hasta periodistas estén azuzando las marchas, ya hay muertos y es una obligación la prudencia con la información que trasmiten.

Aquí nadie se salva, porque irresponsablemente desde la extrema derecha acusan a la población que protesta de terroristas y piden que les metan bala, como si más violencia fuera a solucionar el problema. Pero que no evada su responsabilidad la extrema izquierda, que se ha dedicado a incendiar la pradera, con sus discursos de odio y soliviantando las masas, queriendo meter sus agendas de contrabando.

Es imprescindible un pronunciamiento conjunto del presidente del Congreso y la presidenta Boluarte para convocar a nuevas elecciones, mostrando desprendimiento de poder.