"El informe nos ayuda a reconstruir la memoria de la tragedia vivida y así generar lecciones aprendidas y escribir la historia nacional, sin negacionismos y medias verdades. Por eso es determinante ahora retomar las recomendaciones de la CVR asumidas como país". (Foto: GEC)
"El informe nos ayuda a reconstruir la memoria de la tragedia vivida y así generar lecciones aprendidas y escribir la historia nacional, sin negacionismos y medias verdades. Por eso es determinante ahora retomar las recomendaciones de la CVR asumidas como país". (Foto: GEC)

A 20 años de la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional, es importante rememorar las recomendaciones y la agenda pendiente sobre lo acontecido en los años del terrorismo que sangró al país, por la insania terrorista de Sendero Luminoso y el MRTA que sembraron dolor y barbarie.

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Recordemos que el informe es fruto de un gran trabajo de recopilación de testimonios y documentos de los hechos que marcaron la historia reciente, que comprende las causas, los actores, los procesos y, sobre todo, las consecuencias de la espiral de violencia que vivimos y para evitar que sectores interesados nieguen la historia vivida.

Se debe valorar el informe, porque no es un mero documento académico de ciencias sociales; al contrario, es más bien un instrumento que nos permite conocer miles de testimonios muy sentidos de las víctimas y sobrevivientes de la violencia extrema que se ejerció; y el mayor valor que tiene es de ser un medio para escuchar a las víctimas invisibilizadas por una sociedad que posterga y olvida.

El informe nos ayuda a reconstruir la memoria de la tragedia vivida y así generar lecciones aprendidas y escribir la historia nacional, sin negacionismos y medias verdades. Por eso es determinante ahora retomar las recomendaciones de la CVR asumidas como país.

Es determinante que la currícula escolar y universitaria tengan la obligación de incorporar la memoria de esta historia, que permita conocer a las nuevas generaciones lo vivido y las consecuencias de la demencia terrorista, así se podría enriquecer el debate público ya sea académico o político y así promover más estudios y difusión.

Esta iniciativa estaría asociada a las recomendaciones que hizo el informe de la CVR, para tener una educación de calidad, para promover valores democráticos y el respeto irrestricto por los derechos humanos, así como incentivar el respeto a la diversidad cultural, el pluralismo y, sobre todo, a las diferencias, entendiendo lo complejo que es el Perú.

La CVR resalta que la principal responsabilidad de la violencia estructural fue de los terroristas, pero también muestra los excesos que cometieron algunos miembros de las fuerzas del orden, por lo que hay una responsabilidad del Estado para resarcir a los deudos de las víctimas y buscar la reconciliación nacional.

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