[OPINIÓN] Richard Arce: “Es mentiroso ese hombre”

Mientras que Martín Vizcarra trata de limpiarse del escándalo de corrupción en el que está involucrado, desfilando por medios alternativos de connotados periodistas, para supuestamente demostrar su inocencia, lo único que ha logrado es confirmar que está seriamente implicado; no pudo responder la acuciosidad periodística y la contundencia del atestado fiscal que lo incrimina como presunto líder de esta otra organización criminal.

Su único argumento es atribuir a una patraña de Karem Roca, lo cual no tiene mayor asidero porque es absurdo que alguien asuma la comisión de ilícitos penales solo para perjudicarlo. Además, no es uno sino varios los colaboradores eficaces y en diferentes casos judiciales, en tiempos distintos y hasta en cargos públicos de diferente responsabilidad, cuando fue gobernador regional, ministro y presidente, pero con la coincidencia del mismo modus operandi y los mismos actores de la trama delictiva del entorno íntimo del expresidente Vizcarra.

Hay que reconocer que Vizcarra aprendió muy bien el guion de media training y es experto en desenvolverse para construir una narrativa paralela a la realidad. Por eso aprovecha muy bien el posicionamiento que aún tiene en algunos sectores de la población, para victimizarse y argumentar una supuesta persecución política y que todo es una estrategia para evitar su posible candidatura, porque tiene un supuesto nivel de aprobación electoral expectante.

Sus actos lo condenan, sino recordemos las declaraciones del entonces ministro de Agricultura Manuel Hernández —que le permitieron ser admitido como colaborador eficaz con sentencia homologada y dichos corroborados— porque entregó pruebas fehacientes que involucran a Vizcarra en un ruleteo de coimas pagadas por la brasileña Obrainsa, por lo cual están pidiendo 15 años de cárcel para el expresidente, por colusión agravada. No se confunda con el sobreseimiento de dos delitos —usurpación de funciones y asociación ilícita para delinquir—, a pedido de la propia Fiscalía; es solo una estrategia legal para lograr sentencia.

Si revisamos el expediente de los Intocables de la Corrupción, no solo es la coincidencia en el modus operandi, sino que vamos a tener a los mismos personajes del entorno íntimo de Vizcarra, quien ya es una decepción más de la política al ser un personaje que logró niveles altos de aprobación y a quien en su momento se le confiaron los destinos del país, cuando en realidad otras eran sus intenciones sibilinas.