"Lo más ridículo es que estos congresistas creyeron que los miembros de la JNJ estarían en condición de investigados, como sería un procedimiento de acusación constitucional o de la Comisión de Fiscalización". (Foto: GEC)
"Lo más ridículo es que estos congresistas creyeron que los miembros de la JNJ estarían en condición de investigados, como sería un procedimiento de acusación constitucional o de la Comisión de Fiscalización". (Foto: GEC)

Esta semana va a ser clave para desmontar toda la perfidia que han preparado en el Congreso para tumbarse la Junta Nacional de Justicia (JNJ), porque, de las audiencias de la Comisión de Justicia —que todavía tenemos la libertad de verlas en TV—, concluimos el evidente direccionamiento y la decisión ya tomada por parte de los congresistas para remover a los magistrados de la JNJ.

MIRA: [OPINIÓN] Richard Arce: “Un verano en Nueva York”

Escuchar los exabruptos de Muñante, Guerra García, Juárez, Alva, entre otros, muestra la consigna que tienen para tumbarse la JNJ. No importa si hacen el ridículo tratando de maquillar una supuesta legalidad. Lo real es que avergüenza y denota la ignorancia sobre principios elementales como el debido proceso que requiere este tipo de procedimientos. Han sido tan evidentes en sus pretensiones que han llegado al extremo de cuestionar la participación del abogado Samuel Abad, como asesor legal de los miembros de la JNJ.

Los argumentos jurídicos de Abad y su sustento técnico-legal llegaron a desesperar y exasperar a varios de los conspicuos congresistas, a los que no les quedó otra que tratar de evitar su participación, mostrando que ni siquiera conocen los procedimientos parlamentarios que están establecidos claramente en el Reglamento, donde cualquier ciudadano tiene el derecho de ser asistido por un abogado, al momento de declarar ante una comisión parlamentaria.

Lo más ridículo es que estos congresistas creyeron que los miembros de la JNJ estarían en condición de investigados, como sería un procedimiento de acusación constitucional o de la Comisión de Fiscalización. Por eso se atrevieron a conminarlos con preguntas personales que tranquilamente no debieron responderles. Hay que recordar a los jurisconsultos de esa comisión que los magistrados de la JNJ asisten como “invitados”, como lo dice el mamotreto de su propia moción que dio origen a esta comisión sumaria.

Después de todo este papelón parlamentario, se debe resaltar la declaración del presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo, que tajantemente ha manifestado que nunca ha sido presionado por la JNJ y que las instituciones no se llevan por chismes y menos para abrir investigaciones por estos dimes y diretes. Con esta afirmación contundente, se cae la principal acusación del Congreso, así que no tienen ya más argumentos que solo atropellar con la fuerza de sus votos, que seguro se va a dar.

Lo que no sabe este Congreso desprestigiado es que ya está colmando la paciencia del país y tendrá consecuencias.

VIDEO RECOMENDADO

Nuñez Del Prado