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[Opinión] Patricia Teullet: La otra reforma agraria, Produce of Peru

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Hoy, por motivos de salud o peso, los edulcorantes han sustituido al azúcar en la producción de postres y bebidas. Hace 50 años, ya los peruanos habíamos hecho esa sustitución, pero por razones muy distintas: la extinción de la producción azucarera, debido a la reforma agraria que, expropiando la tierra, el gobierno militar de los 70 implementó para mejorar las condiciones de los trabajadores, repartir la riqueza y el resultado fue la desaparición de la producción nacional, la pobreza, la escasez y el atraso.
En los últimos días he recibido fotos de orgullosos peruanos en EE.UU. que muestran hermosas uvas perfectamente empacadas y con una clara leyenda: “Produce of Peru”.
Para poder llegar a esa caja de uvas (arándanos, paltas, cítricos, mangos o espárragos) puesta en los más exigentes mercados del mundo de hoy, fueron necesarias no solo fuertes inversiones en tierra, sino, especialmente en capacitación y tecnología, que incluyen, desde el reemplazo de pesticidas, hasta la preservación de especies nativas, respetando su hábitat o el cuidado del uso del agua, midiendo y usando solo la estrictamente necesaria.
Más importante aún: en ese mismo camino, “del campo al supermercado del exterior”, cientos de miles de trabajadores, hombres y mujeres, en campo o plantas de packing, tienen un empleo formal, con salarios que permiten ahorrar, mejorar su vivienda y hacer realidad la aspiración de ser, ellos mismos o sus hijos, alguno de los ingenieros o técnicos que hoy los dirigen.
Esos más de US$8,000 millones de lo que llamamos “agroexportación no tradicional” reflejan lo que una reforma debe lograr: mejoras de calidad de vida hoy y esperanza (o certeza) de un futuro aún mejor.
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