"El presidente se refirió a sus yerros en materia de nombramientos, el Minem fue copado por el partido de Gobierno, y hemos visto desfilar a los funcionarios más incompetentes en ese sector". (Foto: GEC)
"El presidente se refirió a sus yerros en materia de nombramientos, el Minem fue copado por el partido de Gobierno, y hemos visto desfilar a los funcionarios más incompetentes en ese sector". (Foto: GEC)

Ha sido un discurso diseñado para aburrirnos hasta el cansancio y hacer que apaguemos el televisor. Un total de 86 páginas de un discurso insulso que, por lo demás, ha obviado los grandes temas que están en la agenda y que son los que tienen al presidente arrinconado. Existe evidencia cada vez más contundente sobre su participación en situaciones investigadas por la ; sin embargo, estas han merecido apenas unos comentarios someros y superficiales tratando de victimizarse. Ha sido una lamentable y mediocre exhibición del presidente, una vez más.

Por un lado, lo que hemos vivido en los últimos meses en el sector minero ha sido dramático por la inacción cómplice del Ejecutivo que, a partir de su silencio, ha ido incentivando acciones violentas que al final han terminado pasándole factura a todos los peruanos. El propio Banco Central de Reserva estimó que la disminución del crecimiento este primer semestre respecto de dónde podríamos estar ha significado dos décimas del crecimiento, justo cuando el país pudo haberse beneficiado de los altísimos precios de los metales en el primer trimestre de este año. Por lo demás, el presidente se refirió a sus yerros en materia de nombramientos, el fue copado por el partido de Gobierno, y hemos visto desfilar a los funcionarios más incompetentes en ese sector.

No debemos perder de vista el contexto más general, el presidente ha pretendido destacar el desempeño económico del país como el de una nación que está por encima del promedio. Lo que hemos vivido este año es lamentable, estamos frente a una ralentización del crecimiento, el BCR ha ajustado a la baja sus proyecciones de crecimiento y no solo por efectos de la coyuntura internacional sino fundamentalmente por los desaciertos en la gestión de este Gobierno que lejos de incentivar la inversión privada, que es la única generadora de empleo bien remunerado y decente, lo único que ha hecho es espantarla, y ahí tenemos los resultados.