[Opinión] Mónica Delta: “¡Desmadre!”

Ejecutivo cada vez más cercado. Legislativo “silbando y aplaudiendo”. Se toman sus tiempos para una segunda legislatura. Será el 15 de febrero. ¿Tienen los votos para ratificar el adelanto de elecciones, que es hoy un grito nacional, para bajar tensiones? No parecen tenerlos. Cada bancada tiene su excusa. La izquierda pone como condición el cuento imposible, la Asamblea Constituyente, que, claramente abre la caverna al monstruo de tres cabezas, para que salga y nos engulla a todos. Fuerza Popular quiere cortar cabezas en las instituciones electorales: ¿venganza por la patinada del fraudismo? Los otros solo quieren dilatar su fecha de expiración, salvo contadas excepciones.

Si como se especula, el gobierno presenta otro proyecto de adelanto de elecciones para recortar, aún más, el mandato de presidente y congresistas para diciembre de este año, con las justas, podrían llegar a 66 votos en dos legislaturas. Eso obliga a un referéndum; en este contexto de convulsión, más peligro de que se vaya de cualquier mano a posturas más radicales. Acaba de renunciarle a Boluarte otra ministra (Producción). Es la cuarta salida en menos de dos meses. Sra. presidenta, busque a los mejores, con espíritu valiente, para seguir en el intento de llegar al corazón de la protesta y empatizar con las verdaderas demandas. Los actos violentos se incrementan, se vuelven sistemáticos; no hay rostros identificables de quienes organizan los desmadres diarios.

Es necesario hacer un apunte en el plano latinoamericano. Finalmente, aunque creemos tarde, nuestra canciller Cecilia Gervasi puso los puntos sobre las íes durante la reunión de la Celac en Argentina, donde presidentes de ese país, de Colombia, de Chile y de Bolivia, se volvieron a despachar contra el Perú. Gervasi lamentó que aquellos sigan priorizando las “afinidades ideológicas” sobre la realidad. Es una desvergüenza de estos mandatarios sudamericanos que quieren usar al Perú como su carnada ideológica insistan en mostrar la “paja en ojo ajeno, y no la vigaza en el propio”.

¡Muy conchudos francamente!