[Opinión] Mario Guerrero: “Mileinomics”

Como lo señalamos en esta columna “Economía a la vena”, en la edición del 20 de agosto de 2023 (“Costumbres argentinas”), las propuestas de Javier Milei avizoraban cambiar significativamente el rumbo de Argentina. Una muestra es que el tipo de cambio informal (dólar blue) se ha mantenido estable en 990 pesos por dólar, cortando en seco las expectativas devaluatorias.

Pero qué no hizo en estos primeros 15 días. Su diagnóstico consideró que la génesis del problema es fiscal y está representado por un déficit consolidado de 15% del PBI, 5% atribuible al gobierno y 10% atribuible al Banco Central.

Respecto del gobierno, anunció una reducción del tamaño del sector público (37% del PBI), recortando el número de ministerios de 18 a nueve, disminuyendo 34% los cargos políticos en la administración pública, acompañado de medidas de recorte de gasto y mayor recaudación por el equivalente a 2.9% del PBI. La meta es alcanzar un déficit fiscal primario (sin incluir pago de intereses) de cero en 2024. El gobierno pretende apoyarse en el logro de esta meta para ganar credibilidad.

Respecto del Banco Central, devaluó 54% el valor oficial del peso (ARS), por lo que el tipo de cambio saltó de 360 a 800 pesos por dólar, reduciendo la brecha cambiaria (dólar oficial respecto del dólar libre “blue”) sustancialmente, de 170% antes de la toma de mando a solo 19%, evitando perder más reservas; modificó la referencia de la tasa de interés, de la tasa Leliq —letras de liquidez utilizadas para regular la cantidad de dinero— a la tasa de pases pasivos (Repo) a un día. Este cambio significó en la práctica reducir la tasa de 133% a 100% (que hoy el BCRP tiene en 6.75%). El propósito de esta medida es clarificar y simplificar la señal de política monetaria.

La reacción del mercado financiero ha sido favorable, con reducción en las primas de riesgo, retorno del atractivo hacia los bonos, que alcanzaron sus precios más altos en dos años. Si bien inicialmente para algunos las primeras medidas no lucían tan agresivas, Milei se encargó de convencerlos luego de sacar la “motosierra” con reformas para desregular la economía, privatizar empresas, facilitar exportaciones, libertad para contratar alquileres, suministros y fletes, libre contratación en moneda extranjera, incluyendo criptomonedas, y poner fin a los controles de precios. Estas medidas orientadas hacia el libre mercado representan el verdadero shock, pues implican un cambio en el funcionamiento de la economía.

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