[Opinión] Luis Eduardo Cisneros: Carta desde el “interior del Perú”

En una reciente declaración, el escritor Mario Vargas Llosa aseguraba que “Los peruanos de las ciudades, están más informados que el resto”. La afirmación de Vargas Llosa tiene consigo una alta carga de superioridad respecto al acceso y canales de información existentes en las ciudades, frente a lo que él refiere como “el resto”, llamado también por otros “el interior del Perú”.

Vargas Llosa muestra una absoluta ignorancia y tufillo racista, respecto a un cúmulo de variables que caracterizan la comunicación intercultural. Por un lado, asume que el acceso a una mayor cantidad de información implica estar mejor informado. Esto es a todas luces sesgado, y puede evidenciarse en la sobreinformación parcializada de los principales medios de comunicación limeños, “fake news” en redes sociales y psicosociales que han generado altos niveles de desinformación y ansiedad en las ciudades.

Al mismo tiempo, Vargas Llosa devalúa los diferentes espacios de comunicación, socialización y adquisición de información que se da en lo que él llama “el resto”, que son las distintas regiones de un Perú desbordante en diversidad. Ese “resto” al que el escritor se refiere, tiene en las asambleas de comuneros, radios comunitarias, diarios locales y otros espacios de interacción social, medios de adquisición y formación de opinión. Asegurar que estos espacios y canales de comunicación cultural diferentes a los citadinos, llevan a una menor calidad informativa, es inaceptable y estigmatizante.

Si algo positivo podemos extraer de este lamentable proceso electoral, es la potente visibilización del “limacentrismo” racista y prejuicioso. Tarea ardua la que nos toca a los comunicadores sociales en los siguientes años, pensando en educar a través de la evidencia y la empatía, a aquellos que siguen pensando que “El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión y el Jirón de la Unión es el Palais Concert”.