[Opinión] Luis Eduardo Cisneros: “Aquella Catacumba llamada Ideología”

Los muertos en marchas o protestas siempre nos dolieron. Bagua y los excesos en proporcionalidad entre pueblos originarios y la Policía dejan heridas tan profundas como la casi treintena de peruanos muertos, muchos en situaciones que se encuentran en investigación (y creo que se debe investigar cada una de las muertes). Sin embargo, por ideologías “comecerebros”, activismos fundamentalistas y medios de comunicación en decadencia, hay varias cosas que no se dicen.

Post Marcha de los Cuatro Suyos, nos acostumbramos a que ciudadanos (con o sin razón en sus reclamos) tomen carreteras, sin que esto resulte en una reacción inmediata y contundente de las autoridades. Y si de pronto se actuaba y fallecía un peruano, la protesta se legitimaba. El muerto resultaba la llave necesaria para lograr cosas por encima de la ley y el orden.

Marché decenas de veces, y jamás vi a alguien con bombas molotov, armas hechizas, o tomas de aeropuertos u otras ubicaciones. Es vomitivo escuchar de personas inteligentes que estimo justificar cualquiera de estas acciones. Como lo es también pasar por alto lo sucedido en Ayacucho, donde observamos snipers y soldados con odio y frialdad en el gatillo.

Que el Congreso sea un lodazal en putrefacción, o que consideres que Dina Boluarte es o no presidenta no deja de lado que estos hechos ocurrieron y que detrás de ellos hay también campesinos olvidados por el Estado decenas de años, pueblos que están hartos de que les mientan, pero también hay mineros ilegales, narcotraficantes y demás miasmas.

Millones llaman a elecciones generales y yo les pregunto: ¿quiénes candidatearán?, ¿realmente se piensa que hacia donde vamos es un cambio de rumbo, con instituciones más fuertes, desarrollo y mejores niveles de gobernanza?

Y todo, en el nombre de las ideologías.