"Díganle ‘chau’ a la NCC desde ya, principalmente por un tema de costos, personajes oscuros y plazos que se estarían incumpliendo, según la Contraloría".
"Díganle ‘chau’ a la NCC desde ya, principalmente por un tema de costos, personajes oscuros y plazos que se estarían incumpliendo, según la Contraloría".

Poco se habla del contrato gobierno a gobierno (G2G) entre el Perú y Francia que, según los franceses, dejaría lista la nueva Carretera Central (NCC) en 2031, algo que cualquiera que ha pasado por el Estado sabe que no es más que una fecha declarativa. Miremos la Línea 2 del Metro y su avance de 5 km de 28 en más de una década, como ejemplo.

Díganle ‘chau’ a la NCC desde ya, principalmente por un tema de costos, personajes oscuros y plazos que se estarían incumpliendo, según la Contraloría. Por el lado del cliente (Provías Nacional-MTC), cuenta desde hace meses con un “director encargado”, supeditado a los caprichos del jefe de gabinete de asesores de la ministra Paola Lazarte, el señor Carlos Revilla Loayza. Revilla, exdirector ejecutivo de Provías Nacional, estuvo a cargo de la adjudicación del puente Tarata: uno de los primeros y principales casos de corrupción que tuvo el gobierno de Castillo.

Varias fuentes consultadas del MTC aseguran que Revilla cuenta con mayor poder que la novata ministra Lazarte. Este estaría obstruyendo los procesos de la NCC, y su objetivo sería lograr que esta obra se haga como obra pública desde Provías Nacional. En el otro frente, los franceses, a través de Egis Perú, designan a Natalia Rey de Castro Hernández de Agüero como directora país, involucrada directamente en la NCC. Rey de Castro no solo no tiene la experiencia para el cargo, sino que se estaría presentando una denuncia a la Procuraduría de la Nación por un supuesto delito de falsedad documental y perjurio.

Miles más de personajes, adendas y demás vienen corriendo como siempre en este proyecto. Todo lo anteriormente mencionado y más nos sugieren despedirnos para siempre de esa NCC que nunca llegará.