[Opinión] Juan Stoessel: “Mantengamos la curva ascendente”

La Semana Santa confirmó lo que veníamos señalando: la actividad turística regresa poco a poco a la normalidad. En Cusco, los hoteles de Machu Picchu Pueblo alcanzaron un 60% de ocupación y la ciudadela recibió 3,800 personas en un día. En Ayacucho, la ocupación hotelera bordeó el 85%. Cifras alentadoras que avalan el buen trabajo de promoción realizado.

¿Qué sigue? El turismo receptivo debería mantener una tendencia ascendente en lo que resta del primer semestre y, para la segunda mitad del año, la curva debería pronunciarse aún más.

Las proyecciones iniciales para 2023 fueron de 3.8 millones de turistas extranjeros, muy cercano a niveles prepandemia. Lamentablemente, la violencia desatada a raíz del golpe de Castillo echó los cálculos por la borda. Se perdió Año Nuevo y casi todo el verano, temporadas claves para alcanzar los números. Y tuvimos que lidiar con el ciclón Yaku e inundaciones en el norte. Sin embargo, el turismo ha mostrado una vez más su gran resiliencia. Si no sufrimos nuevos retrocesos, podemos apuntar a cerrar el año con 1.9 millones de visitantes, como en 2022.

Sería prematuro cantar victoria, pero las cosas parecen ir en esa dirección. Se acaba de anunciar que el aeropuerto internacional Inca Manco Cápac de Juliaca reabrirá sus puertas el 25 de abril. Sin duda, una excelente noticia. Estuvo clausurado casi tres meses, lo que generó pérdidas por más de S/812 millones. El aeropuerto es una infraestructura esencial para toda la región, no solo el turismo. Puno ya había recuperado un pequeño flujo de turistas provenientes de Arequipa, Cusco y Bolivia que viajaban por tierra, pero con el aeropuerto podemos esperar números mucho mayores. Además, marca un hito: ¡ahora el 100% de nuestros destinos están operativos!

Otros indicadores positivos. Los aviones muestran mayor ocupación de pasajeros extranjeros. En Cusco, el incremento de turistas es notorio. Machu Picchu también con un movimiento muy alentador. ¡Buen trabajo de PromPerú promoviendo el turismo local y extranjero! Adicionalmente, los travel warnings que desaconsejaban viajar a Perú se están cambiando. En el caso de Puno, aún se mantienen, pero está en manos de las autoridades y la población brindar la estabilidad para que también se corrija.

Desde la derrota del terrorismo, hemos construido la imagen de ser un país seguro para el turista. Las violentas protestas amenazaron con instalar la imagen contraria, pero felizmente eso se está revirtiendo. No retrocedamos al caos y la zozobra.

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