Los “destapes” sobre las declaraciones de Jaime Villanueva en las que compromete a fiscales de alto rango, así como a políticos, congresistas, empresarios y periodistas, ya no son para el público una patraña o campaña, no, sino, la verdadera percepción de la realidad, una verdad que nadie les quitará de la cabeza. El país debe resistirse a tener nuevamente presidentes (o autoridades) alcoholizados o proclives a la sensualidad del dinero, o que esconden sus verdaderos “planes” detrás de chalinas costosas, que se vacunen a espaldas del pueblo mientras cientos de miles mueren en una epidemia, o a los que se alían con el terrorismo como Pedro Castillo para dar un golpe de Estado. Mucho menos a proyectos dictatoriales de ninguna clase porque todo ello crea las condiciones para tener una sociedad lumpen y convertirse en un narcoestado o en un Estado fallido. Espero que aún no lo seamos.