El Foro Madrid en su segunda versión en la ciudad de Lima, que continúa aún el día de hoy (la primera fue el año pasado en Colombia y fue salvajemente atacada por la izquierda radical), es organizado por la española Fundación Disenso y miembros de VOX del mismo país, conjuntamente con agrupaciones sociales peruanas afines al concepto de la libertad. El foro es abiertamente contrario al social-comunismo-progresismo, cuyo avance en Iberoamérica ha sido dramático y preocupante para quienes creemos en las libertades sociales, políticas y económicas.
Los expositores iberoamericanos (entre ellos congresistas, políticos y líderes de opinión peruanos), dieron testimonio de las tropelías de la coalición socialista y todas sus mutaciones (socialismo del siglo XXI), tanto en los procesos electorales para hacerse del poder del Estado, así como los sistemas dictatoriales impuestos en Cuba, Venezuela y Nicaragua o el daño provocado en países como Perú, Argentina y Bolivia, entre otros.
Lo que ha quedado claro para todos, es que el Perú lidera en Iberoamérica la lucha contra la perversa corriente ideológica, cuyo punto de inflexión ha sido el mediocre y fallido golpe de Estado que Pedro Castillo perpetró el 7 de diciembre de 2022.
Hoy podemos ver que la nueva corriente por la liberación de los países hispanohablantes ha empezado a tomar forma no solo en el ámbito continental, sino también, en el nacional.
La presencia de ciudadanos y activistas peruanos que creen en la libertad ha sido mayoritaria. El lenguaje que es utilizado por todos nos pone en el camino de alejarnos de esa “torre de Babel” que era la derecha peruana.
Aunque sea un contrasentido, la aparición de más partidos políticos que estarán en las próximas elecciones debemos tomarla como una oportunidad frente a las nuevas circunstancias de lucha en la que todos estamos obligados a optar por la unidad. Si lo hacemos de esa manera, daremos un mensaje claro de que ya estamos listos y fortalecidos para combatir también en el ámbito continental.
Bienvenidas la libertad y la democracia iberoamericanas.
¡Sí se puede!