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(OPINIÓN) Joaquín Rey: Para el 2022

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Escribo estas líneas un 25 de diciembre, y, a tono con el espíritu de estas fechas, acá van mis sinceros deseos para el año que estamos por empezar.
Que el presidente Castillo finalmente comprenda que ocupa la Presidencia. Que entienda el tamaño de la responsabilidad que, quizás sin que él mismo lo esperara, ha recaído sobre él. Que sepa que el Estado no existe para favorecer intereses gremiales o particulares, sino para velar por el interés público. Que de una vez note que la experiencia y formación importan en un equipo. Que se entere de que el deterioro de la economía familiar es lo que más preocupa a los peruanos, y que la manera más efectiva para reactivarla es a través de la inversión privada. Y que tenga el decoro de rendir cuentas a los medios y la ciudadanía, que no hacerlo es profundamente antidemocrático.
Que el 2022 sea el año de la reconstrucción del centro. Ya va quedando demostrado que un sistema político compuesto únicamente por extremos se vuelve inoperante, incapaz de entregar resultados para los ciudadanos. La política de los polos se torna una gesta kamikaze, en el que la máxima de todos los actores parece ser la de morir matando. Los ciudadanos no podemos continuar en medio de este juego autodestructivo, y la forma de pararlo es apostar por un centro sensato, que logre consensos, en el que los actores cedan, y en el que las diferencias sean toleradas.
Que en Perú empiece a surgir una izquierda que esté a la altura de su discurso. Que no renuncie a principios por cuotas de poder. Que rechace cualquier práctica autoritaria así esta venga de sus aliados. Que comprenda que no hay inclusión posible sin crecimiento económico, y este no es posible sin inversión privada. Que defienda genuinamente a las minorías. Que pueda mantener cierta unidad. Que haga lo que dice. Que entienda más de economía.
Que nuestra derecha se vuelva democrática de verdad. Que comprenda que quien gana una elección es quien debe gobernar. Que entienda que la libertad es una sola, que ser liberal no pasa solo por defender el libre mercado, sino la libertad en todos los ámbitos de la vida. Que no todos los que están a la izquierda del espectro político son comunistas ni menos terroristas. Que las instituciones importan. Que el Estado importa.
Que de una vez por todas dominemos a este maldito bicho que ha cambiado nuestras vidas. Que la ciencia siga avanzando para domarlo. Que nuestros compatriotas antivacunas dejen la irracionalidad, lean un poco y sean más solidarios. Que la salud no se politice y que la política pública se base en ciencia. Y que nuestros profesionales de la salud sean reconocidos por el invaluable esfuerzo que han hecho por nosotros desde que empezó este trance.
Que la política no siga dividiendo a los peruanos, a las familias, a los amigos. Que encontremos lo que tenemos en común incluso con quienes están en las antípodas del pensamiento. Que nos volvamos a encontrar. Que seamos más cordiales, más humanos.
Y que ustedes, queridos lectores y sus familias, tengan un 2022 a la altura de sus esperanzas. ¡Felices fiestas!
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