"El sondeo también revela que, en respuesta a la recesión económica, la mayoría de los peruanos ha adoptado medidas de austeridad, buscando activamente formas de ahorrar en sus compras y reducir gastos". (archivo Gec)
"El sondeo también revela que, en respuesta a la recesión económica, la mayoría de los peruanos ha adoptado medidas de austeridad, buscando activamente formas de ahorrar en sus compras y reducir gastos". (archivo Gec)

A medida que 2023 llega a su cierre, los peruanos revisan los logros y desafíos experimentados durante los últimos 12 meses. Según una encuesta realizada por Ipsos en noviembre, dirigida a la población conectada, cuyo perfil está compuesto principalmente por personas de los NSE A, B y C de las principales ciudades del Perú, se observa que el sentimiento en este segmento respecto al año que está por concluir es diverso. Aunque destaca un ligero optimismo, este positivismo se sitúa debajo de lo habitual.

Cuando se les preguntó si consideraban que 2023 fue mejor, igual o peor que el año anterior en términos de planes y logros, el 32% de los entrevistados conectados afirmó que fue mejor, mientras que un sólido 46% consideró que fue igual. Un 22% manifestó que el año fue peor. En cuanto a la evaluación personal y familiar en términos económicos, el 30% de los encuestados afirmó que 2023 fue mejor que 2022, un 43% consideró que fue igual, y un 27% opinó que fue peor. Es evidente que, para algunos, el año resultó favorable, mientras que para otros no cumplió con sus expectativas.

El sondeo también revela que, en respuesta a la recesión económica, la mayoría de los peruanos ha adoptado medidas de austeridad, buscando activamente formas de ahorrar en sus compras y reducir gastos. Se concentran en enfrentar el año ajustando su dinámica de vida a las circunstancias del momento con la determinación de mantener la estabilidad en sus hogares.

A pesar de los desafíos experimentados este año, este segmento mantiene su tradicional optimismo, especialmente al proyectar sus expectativas para el próximo año. Según la encuesta, el 65% de los consultados anticipa que 2024 será económicamente mejor para ellos y sus familias, mientras que el 29% espera que sea igual y solo un 6% prevé un empeoramiento. Cabe resaltar que este sentir corresponde al segmento con poder adquisitivo y endeudamiento; es bastante probable que el sentir sea desfavorable entre la población menos favorecida económicamente.

Finalmente, aunque la población en general muestra descontento y pesimismo ante la actual situación económica del país y el futuro incierto en términos políticos y económicos, al ser consultada sobre su balance anual y las expectativas futuras de sus economías domésticas, surge un espíritu optimista. Este optimismo se nutre de la convicción personal y los sacrificios que cada individuo está dispuesto a hacer para sacar adelante a su familia en estos tiempos difíciles. La mirada positiva hacia 2024 refleja la esperanza de los peruanos en que el mañana será mejor.

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