[Opinión] Inés García Belaunde: “Terror desde lo alto”

Actualizado el 08/09/2022, 08:00 a.m.

Vértigo viene con una propuesta nueva para el género de suspenso por accidentes naturales. Si este género es tan conocido por poner personajes perdidos en medio del océano, ¿qué tanto cambiaría la historia si se reemplazara el mar por las alturas? Toda la emoción de la cinta proviene del mismo escenario.

Becky (Grace Futton) está en duelo desde hace un año por la muerte de su esposo Dan (Mason Gooding), quien falleció en un terrible accidente de escalada. Para animarla, su mejor amiga y estrella de YouTube, Hunter (Virginia Gardner), le sugiere escalar la torre más alta de los Estados Unidos, una vieja antena de más de 600 metros de altura (que llega a doblar la altitud de la Torre Eiffel). De lo que ambas no se dan cuenta es que la antena está muy oxidada y dañada por los años y la falta de cuidado, y recién notarán el peligro una vez que estén en lo alto…

Vértigo cumple con un solo propósito, y es lo que más destaca la película: la tensión enfocada en las escenas de escalada es lo más potente de toda la trama. Se creó la película con el propósito de convencer a la audiencia sobre lo aterrador que sería acabar colgado en la cima del mundo, con solo aire y sol a tu alrededor. Cada tornillo suelto, cada escalón oxidado, cada nota musical punzante y tensa… Todo ello sirve para poder transportarnos a esa escena, a encontrarnos con las chicas atrapadas en lo alto de esa antena, a 700 metros de altura, y que cualquier movimiento en vano acabaría con sus vidas. La película es experta en controlar la tensión una vez que las protagonistas empiezan a escalar y enfrenten distintos dilemas.

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Aunque el filme cumple con las escenas de vértigo, en lo demás es algo predecible. Algunos elementos de drama personal parecen ser añadidos solo para hacer tiempo, ya que no llegan a afectar la historia principal en sí. El final también llega a ser algo apresurado y contrasta, cuando el resto de la trama se desenvolvió sin prisas.

Aún así, es una experiencia inolvidable. Vale la pena ir al cine para, por lo menos, ver los planos. Si antes no tenías vértigo, con esta película lo tendrás.