"Pidámosle al INPE que convierta las cárceles en cárceles y dejen de ser hoteles gratuitos con luz, agua, Internet, comida y techo para delincuentes".
"Pidámosle al INPE que convierta las cárceles en cárceles y dejen de ser hoteles gratuitos con luz, agua, Internet, comida y techo para delincuentes".

Totalmente comprensible que un ciudadano pida militares en las calles para controlar la delincuencia común y organizada. Un ciudadano al que le dejan una granada en la puerta de su bodega para extorsionarlo. Una ciudadana a la que le mataron el hijo por resistirse –o no— al robo de su celular. Ciudadanos que ven cómo esa delincuencia se mofa de la seguridad edil y hasta de la propia Policía Nacional, que a la fecha han demostrado absoluta incapacidad en su labor. Pero que un alcalde, un congresista, un ministro o una presidenta lo pida solo evidencia la más barata demagogia. O quizá realmente lo creen, lo cual no solo demuestra demagogia, sino una supina ignorancia sobre el control de la delincuencia, lo cual sería hasta peor. Los militares son personas formadas y preparadas para defender al país de cualquier acción violenta o invasiva por fuerza extranjera. A la letra dice nuestra Constitución: “Las Fuerzas Armadas (…) tienen como finalidad primordial garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la República”. Y para ello tenemos tanques, buques, submarinos, fusiles de largo alcance, aviones de caza, etc. Y no, no es ni siquiera disuasivo, porque los militares no podrán pararse en las calles eternamente con sus fusiles de asalto, y mientras lo hagan, los delincuentes esperan. Al retirarse, saldrán de sus cloacas a continuar con sus fechorías y el índice de muertes seguirá en ascenso, como asciende día a día la ira ciudadana hacia sus autoridades. Dejen de tratarnos como deficientes mentales, de engañar, de mentir, de ignorar. Esa medida solo demuestra ausencia absoluta de un plan concreto y real de lucha contra la delincuencia. Evidencia que no tienen ni idea de qué hacer, ni la más remota idea. Pidámosle a Interior, no a Defensa. Pidámosle al INPE que convierta las cárceles en cárceles y dejen de ser hoteles gratuitos con luz, agua, Internet, comida y techo para delincuentes. Hagan lo que ofrecieron en campaña, o váyanse.