Algo no estamos escuchando cuando el 71% de los empresarios aprueba la gestión de la presidenta (Ipsos) frente al 80% de la opinión pública que la desaprueba".
Algo no estamos escuchando cuando el 71% de los empresarios aprueba la gestión de la presidenta (Ipsos) frente al 80% de la opinión pública que la desaprueba".

Había una vez, en un país muy lejano, un príncipe. Su padre, el rey, lo enviaba a vivir en el bosque. Cuéntame lo que oigas, le pidió al despedirlo. La primera vez que el rey lo llamó, el príncipe contó que había escuchado los trinos de los pájaros y el viento entre las hojas. El rey lo mandó de regreso. La segunda vez, el príncipe contó que había escuchado caer las gotas de la llovizna al amanecer y las pisadas de los animales al atardecer. El rey lo mandó de regreso. La tercera vez, el príncipe contó que había escuchado caminar a las hormigas y aletear a las mariposas. El rey lo mandó de regreso. Así pasó el tiempo. La última vez que el rey lo llamó, el príncipe contó que había escuchado crecer las briznas de hierba y el brote de las flores. Habían pasado diez años, el príncipe estaba preparado para gobernar. El contador de historias no tuvo que agregar más, le aplaudimos. Su historia era bella y simple: saber escuchar.

Algo no estamos escuchando cuando el 71% de los empresarios aprueba la gestión de la presidenta (Ipsos) frente al 80% de la opinión pública que la desaprueba, al 67% que cree que su gobierno es malo y al 51% que piensa que es peor al de Pedro Castillo (IEP). Hasta hace poco, podría no haber importado, porque la función de los empresarios no es la de coincidir con las mayorías, sino la de arriesgar capital para hacer empresa, para generar utilidades, que de allí salen los impuestos para todo lo demás. Pero ahora hay un desbarajuste y la desgracia que debería abrumarnos es que, repitiendo para no olvidar, el 60% de la población es vulnerable (INEI) con mala nutrición y riesgo de hambre (FAO). Cosa dolorosa es que, siendo el país con mejor gastronomía en el mundo (50 Best), tengamos más del 40% de niños menores a tres años con anemia (Minsa). El fenómeno de El Niño y la inflación de precios en los alimentos van a afectar mucho más a los hogares más pobres (SAE). La pobreza crecerá y, en algún momento, la desesperación será muy fuerte y, entonces, estallará.

Algo tenemos que hacer y, mire usted, es precisamente lo que mejor sabemos. Hay que hacer empresa, porque solo con crecimiento económico se genera empleo y se elimina pobreza. Como en 1990 que, ante el caos de la hiperinflación, tuvimos que liberar precios, ahora tenemos que identificar por dónde podemos crecer. No hay muchas opciones que digamos. Minería, pero anda estancada por conflictos sociales y ambientales; pues, señor, abordar esos conflictos, resolverlos y que regresen las inversiones. Construcción, sobre todo en infraestructura, pero anda estancada por los juicios de corrupción; pues a destrabarlos. Agricultura y pesca de exportación, que se van a afectar con lo de El Niño; pues precauciones y ayudas financieras como el Reactiva para que no se rompa la cadena de pagos. No veo nada tan prioritario. Este debería ser el debate para un acuerdo nacional urgente.

Pero ¿de qué nos estamos olvidando? De Jacinta. Mientras Castillo se convertía en un criminal por intentar dar un golpe de Estado, ella seguía pastoreando sus animales. Al día siguiente, como no tenía ni televisión, ni radio, ni Internet, salió a pastorear como siempre. No fue sino varios días después que escuchó en el pueblo que Castillo ya no era su presidente. La historia que recordaba era que le quisieron desconocer su victoria argumentando fraude electoral. Luego, que el Congreso quería destituirlo. Ya lo botaron, concluyó, y sintió que le quitaban a su presidente, su cuota de poder, sus esperanzas y salió a protestar. El 58% creyó que esa protesta era justificada (IEP). No fue la pobreza ni el hambre la que la movió, sino una dignidad muy antigua, que ya no quería ser más humillada. Ahora reviven las protestas. El fondo del problema sigue siendo económico (pobreza vs. crecimiento), pero la agenda siempre será política (poder para distribuir lo mucho o poco que haya). La protesta de Jacinta algo debería decirnos. Solo que, por ahora, aunque sea ruidosa y violenta, no es el aullido de un lobo, sino, apenas, el brote de las briznas de hierba.