[OPINIÓN] Ariel Segal: Nadal total

Si se supiese poco quién es Rafael Nadal el título de este artículo podría interpretarse como un juego de palabras filosófico entre la nada y el todo, pero tratándose del jugador de tenis que por el momento tiene el récord de más Grand Slam (los cuatro torneos tenísticos más largos, exigentes y de superficies diferentes de canchas) entre hombres, con 22 victorias sobre las 20 de Djokovic y Federer, Nadal ha demostrado ser un deportista y persona “total” en varios renglones.

Primero, Nadal cuenta ya con 36 años y una enfermedad que padece desde 2005, el síndrome de Müller Weiss, una lesión en el escafoides tarsiano del pie y es muy dolorosa. Con el paso de los años y la competitividad, el tenista vive en constante dolor dentro y fuera de la cancha. Eso demuestra su sacrificio en lo que eligió ser en la vida y eso, extrapolado a cualquier contexto, se llama profesionalismo, perseverancia y espíritu de lucha por lograr objetivos. Rafa es un ejemplo de quien no se rinde ante las adversidades.

Otra característica de Nadal, aunque parezca anecdótico, es que jamás ha roto una raqueta en público luego de una jugada adversa o un momento de rabia. Esta virtud, junto a la cantidad de puntos y partidos remontados, demuestra el control mental que tiene, lo cual, quizá, lo ha conducido a ser el hombre récord del tenis antes que Federer o Djokovic (quienes podrían superarlo), que quizá tengan algo más de talento natural que el español.

Por último, Rafa y su tío Toni Nadal, su entrenador de infancia hasta hace pocos años, manejan una academia de tenis en Mallorca que también provee de educación formal para niños y adolescentes de diferentes partes del mundo y, en su mayoría, de origen humilde que están becados. La Academia Nadal se ha expandido a Kuwait, México y pronto Hong Kong.

Nadal es un ejemplo de resiliencia, de humildad y de sensibilidad social. Hay algo cercano a lo ‘total’ en Nadal.