"Desafortunadamente, todo parece indicar que la actual guerra tiene para rato". (Foto de AFP)
"Desafortunadamente, todo parece indicar que la actual guerra tiene para rato". (Foto de AFP)

A fines de febrero de 2022, Rusia sorprendió al mundo cuando sus tropas cruzaron la frontera ucraniana con la intención de tomar Kiev. En la cabeza de Putin, . Dos años después, las tropas de ambos bandos se encuentran, generando imágenes que a muchos europeos los hace retroceder a la Primera Guerra Mundial.

Los paralelos no acaban ahí, pues en 1914 Alemania decide atacar Francia (vía Bélgica) con el objetivo de . El impecable libro de Barbara Tuchman, Los cañones de agosto, detalla de manera magistral las primeras semanas de esa ofensiva y cómo deriva en un brutal duelo de desgaste que duraría cuatro años. Otro eco de la historia es que ambas guerras se desenvolvieron

Si bien las trincheras nos remiten al pasado, en el frente ucraniano, estas conviven con : los drones. Ahora, el zumbido de esos certeros bichos ha reemplazado a la artillería como el sonido que más pánico genera en las tropas. Además, está dando lecciones al resto del mundo. Sin tener un solo buque de guerra, usando pequeños artefactos que pueden ser operados desde grandes distancias (China con su imponente armada naval rondando Taiwán, debe estar tomando asiduas notas).

Desafortunadamente, todo parece indicar que . Mientras los ucranianos esperan impacientes los fondos y recursos necesarios de occidente, Putin apuesta por la burocracia e indecisión de sus enemigos (y por ).

Nuevos tiempos, pero desgraciadamente todavía hay un paralelo adicional con guerras pasadas, miles de seres humanos seguirán sufriendo incontables tragedias gracias a las fantasías imperialistas y cálculos errados de un dictador paranoico.