¿La República los ha distorsionado o es verdad que las calificadoras Fitch y Apoyo han manifestado recientemente que prácticamente la puesta en marcha de la refinería de Talara va a ser la panacea, o sea, la cura de todas las enfermedades financieras de Petroperú? ¡Si precisamente Talara ha ahondado sideralmente sus problemas! ¿Con esa deuda descomunal, esa falta de capital de trabajo, esos auxilios incesantes del Estado? ¿Son unos irresponsables estos Fitch y Apoyo o LR les ha dado la vuelta a sus informes? Petroperú está quebrado y la refinería de Talara es una locura carísima. Sostener algo distinto es entendible en ignorantes como la congresista roja Elizabeth Medina, pero no en analistas de Fitch y Apoyo.

-¿La Comisión de Ética de verdad va a sancionar hoy al congresista Lizarzaburu por afirmar que la “wifala” -esa imaginaria “bandera indígena”, que recién fue creada en 1979 por el excéntrico demagogo indigenista boliviano Germán “el Inca del Collasuyo” Choque Condori- le parece un “mantel de chifa”? Si lo hacen, ya no estaríamos pasando de tontos (por no usar una palabra más criolla) con esto de lo “políticamente correcto”, amén de hacerles el juego a los indigenistas comunistas. Lizarzaburu tiene toda la libertad de expresión del mundo de calificar como quiera a cualquier bandera (y más aún a una que jamás ha existido), haya dicho una burrada o no para algunos, o que eso les disguste al Mohme y a su redactor Huacasi Huamán.

Esos denunciantes congresistas rojos Silvana Robles y Jaime Quito son un par que deben aprender a escuchar lo que no les guste. Y de todo esto debe quedar una sola cosa en claro: en Perú solo hay cabida para una sola bandera de identidad nacional, que es la rojiblanca. Ese llamado “mantel de chifa” tiene tanto significado identitario como las banderas de un club de fútbol o de los scouts. Sufren un problema mental quienes se comen esos cuentos de que existió la wifala y de que esta debe ondear en igualdad al lado de la rojiblanca.