[OPINIÓN] Aldo Mariátegui: “El rolex me lo regaló un pretendiente”

Dina debió ponerse coqueta y alegar que ese reloj se lo había regalado un adinerado novio, por lo que no tenía por qué revelar su nombre. Mi hipótesis de que el agua de Sedapal vuelve tontos a los políticos no deja de mostrarse como evidente (¿Tendrá mucho plomo?). Si bien los congresistas, alcaldes y gobernadores regionales son las mejores “pruebas ácidas” de mi conjetura, eso también alcanza a presidentes (esto de Dina de ponerse a exhibir un Rolex… Aunque Pedro Castillo ya vino fronterizo a Lima) y ministros.

Es que no tengo otro razonamiento mejor para explicar cómo la ministra Hania Pérez de Cuéllar puede haber contado —gratuitamente, sin venir a cuenta— que se compró un reloj pirata en China... ¡Cómo la expresidenta de Indecopi, el ente que precisamente combate a la piratería, va a ponerse a detallar que compró un bien adulterado! ¡Es como que un cardenal se ponga a revelar que tuvo amantes, que un agente de la DEA narre que aspiraba cocaína, que un rector relate que se copiaba en los exámenes universitarios o que un jefe de bomberos se confiese haber sido pirómano! ¿Lo hizo adrede para inmolarse por Dina o por torpe?

Hablando de funcionarios públicos que justamente hacen burla de sus obligaciones específicas, ya pasaron hace rato las vacaciones judiciales de febrero y la vocal Elvia Barrios aún no procede a cumplir con la orden del TC de que cumpla con revertir la sentencia ilegal y arbitraria que me impuso el vocal César San Martín (universalmente conocido por sus iniciales CSM), así que volveré a reclamarle tercamente desde esta tronera y evaluaré otras acciones para hacer valer mis derechos.