"Se lo advirtieron por todos lados y hasta Velasco se le puso gallito públicamente. Y le sacó en pijama. Una desgracia que Belaunde nos haya gobernado dos veces".
"Se lo advirtieron por todos lados y hasta Velasco se le puso gallito públicamente. Y le sacó en pijama. Una desgracia que Belaunde nos haya gobernado dos veces".

Los tres peores días de la historia del Perú son el 5 de abril de 1879 (Chile nos declaró la guerra por meternos de idiotas en problemas ajenos y luego nos hizo puré), el 3 de octubre de 1968 (golpe y dictadura de Velasco) y el 17 de mayo de 1980 (inicio del maldito terrorismo senderista). Hoy es un día infame y de luto. El resentido social (“no me gustan los ojos azules” le espetó al atónito embajador yanqui) y subnormal (no albergaba mucha inteligencia bajo la gorra. Era un cachacote lisuriento y primitivo, un “milico cuatrobalazos” de manual) de Velasco nos trajo una dictadura chavistoide que nos retrocedió 30 años. Maldita sea la memoria de Velasco y de sus cómplices militares: Enrique Gallegos Venero, Rafael Hoyos Rubio, Jorge Fernández Maldonado, Leonidas Rodríguez Figueroa, el tonto de ‘la tortuga’ Ernesto Montagne, el tetelemeque de Edgardo Mercado Jarrín (¡lo tuvo casi muerto en cama y no lo derrocó!), Arrisueño, Meza Cuadra, Barandiarán Pagador, Sala Orozco, Arce Larco, Faura, Meneses Arata, Carpio Becerra, Artola, Richter, Graham, Tantaleán, entre muchos otros. También infame sea la memoria de los civiles que colaboraron con esta dictadura. Los tres peores de lejos fueron Héctor Cornejo Chávez, Carlos Franco y Augusto Zimmermann, seguidos de Alberto Ruiz Eldredge, Rafael Roncagliolo, Mirko Lauer, Helan Jaworski, Francisco Guerra García, Paco Moncloa, Mohme, Luis Pásara, Efraín Ruiz Caro, entre otros, junto a los despreciables pitucos anconeros que adulaban a Velasco para enriquecerse, conocidos como “los altecos”. Pero el mayor culpable del velascato fue Fernando Belaunde. Durante meses se sabía por todos lados que Velasco tramaba un golpe con esos cuatro coroneles (Gallegos, Fernández Maldonado, Leonidas Rodríguez y Hoyos Rubio, más Zimmermann) y este sonso soñador sin carácter no movió un dedo. Se lo advirtieron por todos lados y hasta Velasco se le puso gallito públicamente. Y le sacó en pijama. Una desgracia que Belaunde nos haya gobernado dos veces.