La muerte es “inclusiva”

Las pancartas que portaban los manifestantes, afortunadamente escasos, llevaban lemas en contra del Halloween y a favor de Jesucristo. Dando por sentado que no se celebraba la fiesta en ese entorno, dudo que Jesús se hubiera opuesto a una celebración en la que, finalmente, los niños (esos de “dejad que vengan a mí”) reciben dulces y se divierten.

“Es una fiesta pagana”. Vamos, las Navidades ajustaron su calendario para coincidir con el solsticio de invierno, fecha que celebran muchísimas culturas desde la antigüedad.

En cuanto a los espíritus, fantasmas, e incluso la muerte, la parca… los humanos tenemos fascinación por ellos; tanto así que nos negamos a aceptar que con la muerte termina todo y nos aferramos a la idea de algo “más allá”. Lo vemos en antiguas tumbas en las que acompañan al muerto con alimentos, herramientas y hasta servidores, hasta las oraciones con las que despedimos y “pedimos” por el alma del difunto.

En México, en el día de los muertos se instalan altares para los espíritus de los seres queridos que ya partieron. Frente a sus fotografías se ponen frutas, flores y hasta sus platos favoritos. Más adelante, compartiremos felices y en medio de anaranjadas flores de cempasúchil, mandarinas, calaveras de azúcar o chocolate y pan de muerto.

En algunos lugares, hemos empezado a celebrar Halloween. Este martes, cientos de niños provenientes de distintos distritos caminaban por los parques de Miraflores recibiendo caramelos que muchos turistas repartían. Las tiendas también les daban la bienvenida… y dulces, sin importar el disfraz. ¡Enhorabuena!