¿Apra rebelde?

Las elecciones pasadas se parecen a un festejo con pachamanca. Hasta que no se abre el horno, los comensales no saben si salió buena o mala. Que la papa, camote, choclo, carne de cordero, cerdo, el cuy y otros ingredientes se han cocinado bien o algunos están crudos (requieren más tiempo) o quemado otro (no sirve).

La escasa votación del Apra no le permitió tener ni un congresista. Nunca dejó de tenerlos cuando participó en elecciones. En un partido histórico, cuando se llega a esta cruel situación, la culpa no puede ser achacada a simples errores y menos culpar a la militancia de poco compromiso.

En una entrevista (LR 30/1), Carlos Roca, conocido dirigente aprista, señala que la cúpula actual está obligada a renunciar porque es responsable de haber decidido a dedo a los principales candidatos, sin que participen en las elecciones internas. Y peor, que el padrón de militantes estaba amañado, dejando de lado a militantes críticos ante los actuales dirigentes. Pero no se queda ahí. Declara que el Apra siempre se ha considerado como un partido de Izquierda Democrática, criticando su alianza con los fujimoristas.

Señala que está de acuerdo con la economía social de mercado de la Constitución firmada por Haya de la Torre en el 79. “Y ese Estado subsidiario que aparece en el ‘texto del 93’ no es el aprista”. También muestra su discrepancia frente a quienes al interior del Apra “consideran como una dictadura al gobierno actual y que responsabilizan a los comunistas y caviares… ¡Ridículo!”.

Exige un nuevo empadronamiento de militantes para las elecciones internas. “Estamos dispuestos a dar la pelea”.