Octavio Salazar: "El crimen gobierna las calles del Callao". (César Fajardo)
Octavio Salazar: "El crimen gobierna las calles del Callao". (César Fajardo)

Redacción PERÚ21

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¿Qué está pasando en el principal puerto del país? ¿Por qué se producen tantos crímenes por encargo? ¿Es que el hampa se ha apoderado del Callao? Según el parlamentario Octavio Salazar, quien ha sido ministro del Interior y general de la PNP, esta situación se origina por la fuerte presencia del narcotráfico. Además, considera que el actual gobierno no sabe qué hacer, no tiene liderazgo y ha perdido la batalla frente al crimen organizado.

¿Cómo se puede explicar la situación que se vive en el Callao? ¿Por qué ocurren ajustes de cuentas a cada rato?El Callao tiene dos accesos importantes para el traslado de droga. Uno es el puerto y el otro, el aeropuerto. Y el narcotráfico, dentro del crimen organizado, es el delito que más daño y muerte causa al Perú. Además, corrompe instituciones. A partir de este fenómeno podríamos explicar lo que viene ocurriendo en este punto del país. Lo patético y conmovedor es que esto se está repitiendo en otras zonas.

¿En cuáles?Desde el Vraem hasta el Huallaga tienen rutas que dan a la costa. Sucede en Mollendo, en Arequipa, en Ica, en Chimbote, en Huacho, en la Libertad, en Piura y en Tumbes. En Paita, por ejemplo, el terminal no cuenta con un equipo de rayos X que permita verificar la carga que ingresa a los barcos de gran tonelaje.

Pero, en el caso del Callao, pareciera que una sola persona tiene el dominio de todo el puerto…En realidad, el narcotráfico está generando toda una convulsión en gran parte del país, no solo en el Callao. Lo que pasa es que (la provincia constitucional) está cerca de Lima y sus crímenes son más visibles. Bueno, lo que viene ocurriendo es que hay enconos por apoderarse de las rutas. Cada organización que se dedica al narcotráfico tiene su espacio geográfico y no permite que otra banda ingrese. Es ahí cuando se producen los crímenes. Ahí está, por ejemplo, el caso Oropeza. Esos asesinatos tienen la razón específica en el narcotráfico.

¿Y qué hacer en el Callao?Queda poco. Lamentablemente lo que pasa en el Callao, el tema de la inseguridad, es también un problema político. Me refiero a que el actual gobierno se ha visto sobrepasado en este tema. Los que gobiernan las calles no son las autoridades, es el crimen organizado. El crimen es el que pone sus condiciones a toda la ciudadanía y el gobierno no tiene respuesta. Todo esto ha llevado a que estemos muy cerca del nivel de victimización que hay en México. Necesitamos que el próximo gobierno sea más fuerte, con reconocimiento ciudadano y una fortaleza para poder trabajar y poner las cosas en orden. De lo contrario, van a venir tiempo peores.

¿Considera que este gobierno no ha tenido una estrategia para afrontar el crimen organizado?No es que no haya tenido una estrategia. Lo que pasa es que esta ha sido sobrepasada. No se han hecho los cálculos adecuados. Hay desbordes producto del descontrol. El gobierno, por el que hemos votado, ha perdido el manejo que debería tener. Él tiene la responsabilidad de poner orden. Gobernar no significa escondernos, maquillar las cifras del INEI para bajar los índices de delincuencia. Aquí se han perdido las riendas del país. Ya no se pueden controlar.

Si tuviera que definir con una palabra la situación que se vive en el Callao, ¿cuál sería?Bueno, lo que pasa en el Callao hoy en día, y en el Perú en general, es que se ha entrado en un proceso de anarquía evidente. Tiene todos los rasgos de una anarquía. Hay angustia entre las personas que ejercen la autoridad, que ofrecen comprar patrulleros y motos, cuando lo que se debería hacer es enfrentar los puntos sensibles del crimen.

Pero, ¿qué se ha hecho todo este tiempo en el Callao? Lo menciono porque el problema no es de ahora, sino de hace mucho.Es cierto. En el Callao hay organizaciones criminales que se heredan de padres a hijos. Hay toda una secuencia generacional. No hemos logrado encarar sociológicamente este problema. Acá hay un tema, pues el Estado no ha hecho la inversión necesaria para acabar con las zonas tugurizadas tomadas por los criminales. A esto hay que agregarle que en los últimos años se han adoptado malas decisiones con respecto a la Policía. Son errores tras errores. Nos hemos llenado de entes burocráticos.

Mucho se ha dicho, también, sobre el empleo de agentes de inteligencia.Pero si el sistema de inteligencia en este gobierno se usó para perseguir políticos, para perseguir a su propia gente y se olvidaron del crimen organizado. La DINI (Dirección Nacional de Inteligencia) ha llegado a tener alrededor de 3,500 hombres. Se trata de un personal suficiente para poder desarticular todo tipo de problemas, y en el Callao se utilizó para otra cosa. Todo depende de los objetivos que el gobierno tiene. El objetivo político, en este caso, no era recuperar la seguridad, sino empoderarse y seguir gobernando. Estos son los resultados: un país que va a la deriva. El liderazgo se perdió porque la cabeza está pensando en otras cosas.

¿Qué haría usted de manera inmediata en el Callao?En primer lugar, recuperar el control del puerto y del aeropuerto. Cómo es posible que hayamos tenido zonas en las que la Policía no puede ingresar. Se ha tenido que sacar una norma especial para que esto ocurra.

AUTOFICHA

■ "Soy congresista de la República por el partido Fuerza Popular. Fui ministro del Interior entre julio del 2009 y setiembre del 2010. Ocupé el cargo de director general de la Policía Nacional y el de jefe de la VII Región Territorial de la PNP. También trabajé en La Libertad".

■ "Considero que otro grave problema del Callao son las extorsiones. Estas no solo se dan en construcción civil, sino en muchos otros sectores del primer puerto, los que prefieren mantenerse en silencio. También la informalidad".

■ "Veo con asombro que el gobierno no sabe por dónde empezar en seguridad. En todo este escenario criminal, los ciudadanos están espantados y totalmente preocupados de que no haya una voz del gobierno, porque no tiene liderazgo y está seriamente cuestionado".

Por César Martínez Azanza (cmartinez@peru21.com)

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