Ácidas críticas le llovieron al director técnico de la Selección Peruana de fútbol Jorge Fossati, el ‘Nono’, por la decepcionante participación de la bicolor en la Copa América 2024, últimos en la tabla del Grupo A, con apenas un punto, prácticamente un papelón, toda vez que históricamente Perú siempre había pasado a la siguiente fase y coronado campeón en dos oportunidades (1939 y 1975) y subcampeón no hace mucho (2019), perdiendo aquella vez ante Brasil, pentacampeón del mundo, en la era Gareca.
Las opiniones, todas, son bienvenidas, salvo las que atenten contra el honor de las personas y estimo que a pesar del rostro adusto y de pocas pulgas que muestra nuestro entrenador, habrá de escucharlas y analizarlas, aunque no lo reconozca. Precisamente por esa seriedad que exhibe el ‘Nono’, no precisamente “paternalista”, sorprendió a una gran mayoría la convocatoria al citado certamen de jugadores que en razón de su edad, estado físico y no continuidad, al no jugar en ningún club de fútbol, no eran aptos, en opinión de esta aficionada, de formar parte de la selección, ya que salta a la vista que varios de estos o ya cumplieron su ciclo o sus piernas no sostienen el ritmo de los 90 minutos de un partido, por mala condición física o lesiones que arrastran. No hace falta citar nombres, todos sabemos quiénes son. Pero ya está, ya pasó, fuimos eliminados en “one”, pero en adelante se espera que el entrenador no incida en los mismos errores para las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial 2026. Con todo respeto señor Fossati, no dé lugar a sus críticos de pensar que chochea, es claro que el Perú adolece de cambio generacional. En el año y cuatro meses que dirigió la bicolor Juan Reynoso, no trabajó en ello y en parte también Ricardo Gareca, quien estuvo más tiempo como director técnico (2015-2023), pero al menos el ‘Tigre’, al asumir el cargo, apostó por nuevos cuadros, nuevos rostros, dejando atrás en su primera prueba de fuego, la Copa América de 2016, a tótems como Claudio Pizarro, Rinaldo Cruzado, Manuel Vargas, Luis Advíncula, Carlos Zambrano, André Carrillo y hasta la ‘Foquita’ Farfán, aunque con el pasar del tiempo, estos últimos volvieron a vestir la camiseta nacional.
El país respaldó esa decisión de Gareca, aun cuando perdieran los jóvenes; todo lo toleramos a fin de que se fogueasen e integrasen al juego colectivo y táctica de su entrenador. Haga lo propio ‘Nono’, jubile a esos jugadores, cierre su corazón, es hora de dejarlos ir; además, algunos parecieran no haber valorado su confianza al irse de juerga después de ser eliminados de la Copa América. “No gaste pólvora en gallinazos”, no vale la pena, recuerde el “costo-beneficio”; con ellos vamos a pérdida, apueste por sangre nueva. ¡Estamos tarde!