"El problema es que, en las últimas legislaturas, esta comisión no ha suspendido a nadie".
"El problema es que, en las últimas legislaturas, esta comisión no ha suspendido a nadie".

La información con los nombres de los seis congresistas de que pertenecerían a la organización Los Niños ya se encuentra en la Comisión de Ética. La relación fue enviada por la colaboradora eficaz a la y de ahí derivada a la de Ética, que, oh casualidad, preside una correligionaria de los investigados.

El problema es que, en las últimas legislaturas, esta comisión no ha suspendido a nadie. Guido Bellido le faltó el respeto a una congresista y no pasó nada. Guillermo Bermejo marcó su asistencia al Pleno mientras daba un mitin en Huancayo para no dejar de cobrar, y tampoco pasó nada. Muy observadores, como se ve, del infame lema sobre la dieta de los otorongos.

Esperemos que, en esta ocasión, por lo menos, se abra una investigación y busquen información de la Fiscalía, que citen a Karelim López y puedan verificar si hubo conductas impropias alejadas de la función ética de un parlamentario.

Son muy serias las imputaciones que ha hecho la lobista –que se suman a lo poco que ha confesado hasta ahora el examigo presidencial Zamir Villaverde– sobre la complicidad de estos congresistas con la manipulación de una serie de millonarias licitaciones de obras públicas en el MTC, desde la instalación de este gobierno. Entre estos así llamados “niños” destacan los nombres de Raúl Doroteo y Juan Carlos Mori, elegidos en sus regiones de origen bajo el emblema de la lampa. Todos, presuntamente vinculados a la empresa Inip, propiedad de Alejandro Aguilar Quispe.

En principio, según estos testimonios, el objetivo habría sido desviar fondos para que el presidente pudiera pagar las deudas contraídas durante la campaña electoral, pero ya después los negociados derivarían en la búsqueda de beneficios más inmediatos para los funcionarios coludidos. Y entre ellos, el ministro Juan Silva, quien figura –siempre según los declarantes– como uno de sus principales componentes.

El foco de atención de la opinión pública estará, pues, sobre la congresista Karol Paredes, presidenta de la Comisión de Ética, ya que de su honestidad política y de su patriotismo, por encima de componendas y compadrazgos, dependerá que la credibilidad de este poder del Estado se siga o no desplomando entre la ciudadanía.