Monopolio de la información. (USI)
Monopolio de la información. (USI)

El proyecto de ley que obligaba a los periodistas a colegiarse y limitaba ese derecho a profesionales en ciencias de la comunicación fue otro grosero intento por controlar la información. No por casualidad el proyecto apareció un día después de que se aprobara la ley que prohíbe al Estado publicitar en medios privados.

Detrás de la torpeza del legislador Galván estuvo el Colegio de Periodistas, que pretende copar esos puestos de trabajo. La intención no sobrevivió el fin de semana y fue retirada con la vergüenza del rechazo unánime.

No solo es imposible de aplicar por las infinitas formas que el periodismo puede adoptar, sino que es abiertamente inconstitucional. En respuesta a una iniciativa similar, el TC ya señaló que la colegiatura obligatoria de periodistas vulnera los derechos fundamentales a la libertad de información y expresión (Exp. 0027-2005-PI/TC).

La propuesta también olvidó que la profesión siempre ha sido enriquecida con personas que vienen de otras carreras y experiencias. Joseph Pulitzer estudió Derecho. Lo mismo hizo Gabriel García Márquez. Truman Capote no fue a la universidad. Barbara Walters estudió Literatura y Martín Caparrós, Historia. En el Perú, Sebastián Salazar Bondy, ganador del Premio Nacional de Periodismo en 1958, estudió Derecho y Literatura. Pedro Beltrán, quien dirigió La Prensa y fundó Última Hora, fue economista. Antonio Miró Quesada, abogado. La historia de Vargas Llosa es conocida. La lista es larga. A eso sumemos a varios de los periodistas más influyentes que tiene el país en la actualidad.

Lo que se debe hacer, más bien, es fortalecer el Tribunal de Ética del Consejo de la Prensa para que tenga dientes y se le respete. Esa es responsabilidad de los periodistas. Lo otro es puro ruido.