PUBLICIDAD
Mónica Delta: ¿Con comba o sin comba?
Imagen
Fecha Actualización
El único debate que permitiría tener una mirada final antes de la primera vuelta electoral corre el peligro de convertirse en un gran reality histórico, sobre todo por la dupla García-Olivera, que de espectáculo nos dará todo, pero de trascendencia no dejará nada sustancial. Coincido con Carlos Basombrío cuando levanta la voz sobre el formato aprobado por los mismos candidatos y el máximo ente electoral.
No han pensado en lo que es importante para el ciudadano que no ha decidido su voto y que espera una señal sensata sobre propuestas. Este debate oficial tiene serios vicios en el formato establecido, y en medio de un proceso electoral enrarecido.
Para comenzar, el sorteo debió ser público y no con tanta anticipación para evitar suspicacias. El planteamiento debió buscar concentrarse en el partido de fondo, que debiera buscar dilucidar quién responde mejor a las expectativas del país de forma espontánea, no calculada políticamente. Quien va primera en las encuestas, Keiko Fujimori, no se medirá con los que tiene más cerca en intención de voto, por lo que imaginamos que seguirá aprovechando la ventaja que parece tener.
Y aunque el buen Ántero Flores-Aráoz, quien no salió del rubro "otros" en todos los sondeos, le haya dicho a PPK que "se le acabó el recreo", dificulto que se provoque un efecto determinante en el elector.
Por último, solo por azar, porque se retiraron de la contienda amparados en la ley salvavidas –que resguarda la inscripción electoral– Nano Guerra que estaba en 0.9% de intención de voto y Francisco Diez Canseco que estaba en 'otros', Verónika Mendoza se enfrentará a Alejandro Toledo en las duplas. Esta discusión podría ser ideológica, pero veremos en qué forma llega el ex presidente, aunque imagino que la candidata de izquierda busque quitarle ese puntito que aún le dan las encuestas a Toledo. De todas maneras, los que sí ganarán son los vendedores de canchita.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD