Mónica Delta: Agenda

En el lenguaje popular, la agenda es un cuaderno o, más recientemente, un instrumento electrónico donde se anotan los compromisos que se van teniendo, las actividades que se prevén para los días sucesivos. El verbo latino ago, agere quiere decir 'llevar a cabo'. Eso es lo que queremos decir cuando expresamos la necesidad de apuntarlo en la agenda, para que no se nos olvide: que tenemos que hacer tal o cual cosa.

Interesante el origen en latín de 'agenda', que en el Perú de hoy adquiere un significado político capaz de remover cimientos democráticos. Todo un aparato de gobierno que parece tener un único objetivo: evitar una investigación prolija del contenido de las agendas atribuidas a la esposa del presidente Humala, Nadine Heredia. No cabe duda de que el precio, por evitar conocer la verdad, es cada vez más alto. Lo estamos pagando todos.

En una semana, un jefe de gabinete haciendo cuestión de Estado por la probable censura del Congreso a su ministro de Justicia. Una procuradora destituida tras 12 años luchando contra el crimen organizado, a quien el ministro cuestionado pretendió coartar su libertad de expresión en un tema de interés nacional. La cereza de esa "amarga" torta es la renuncia de ese titular de Justicia, dejando totalmente descolocados a esos ministros que lo respaldaron. ¿Cómo se llama ese juego peligroso? Cuestión de agendas. ¿Y la oposición? Tampoco acierta. Keiko Fujimori no puede exigir que Ollanta Humala separe del cargo (¿?) de primera dama a Nadine. ¿Qué le pide?, ¿que se separe de su marido? Suena absurdo. Lo que los candidatos con mayores posibilidades para el 2016 deben hacer es exigir y ayudar al jefe de Estado a gobernar de verdad los meses que faltan. Aunque no se deje, para Nadine la exigencia es clara: que deje de "mandar" y, más bien, que colabore con la justicia sin victimizarse. Mientras tanto, hay cada vez menos oportunidades de trabajo, más desconfianza para la inversión, mayor inseguridad y un pesimismo que se mimetiza con el cielo gris de Lima.