Según el INEI, el acceso y uso del Internet entre niñas, niños y adolescentes ha crecido notablemente de 2019 a 2024. Hemos pasado de solo 4 de cada 10 a 7 de cada 10 menores de 17 años haciendo uso de Internet. La pandemia de COVID-19 jugó un papel crucial, acelerando la adopción del Internet para mantener la educación remota de emergencia.
El aumento de la infraestructura de internet, con nuevos proveedores y mayor competencia en el mercado residencial, ha sido fundamental. Además, del incremento del uso de servicios de streaming, juegos en línea y otras plataformas digitales en las familias.
Este incremento ha traído beneficios educativos, permitiendo a los estudiantes acceder a recursos en línea y participar en clases remotas. Sin embargo, estos beneficios no son automáticos ni para todos por igual. Persisten brechas significativas, de género, en zonas rurales y comunidades indígenas, que deben ser abordadas mediante políticas públicas enfocadas en la equidad.
Es esencial desarrollar competencias digitales a todo nivel, incluyendo la autorregulación y la autoprotección. El Internet presenta desafíos que requieren educación tanto en el hogar como en las escuelas sobre el uso seguro y responsable de la tecnología.
Finalmente, el acceso a Internet por sí solo no garantiza mejoras en el aprendizaje. Las escuelas deben innovar pedagógicamente, capacitando a los docentes y aplicando metodologías que integren efectivamente la tecnología en los procesos educativos.
El crecimiento del uso del Internet en Perú es significativo, pero para que sea verdaderamente inclusivo y beneficioso, es necesario cerrar las brechas de acceso, desarrollar competencias digitales y promover innovaciones pedagógicas y de gestión. Solo así, el Internet podrá ser una herramienta efectiva para el desarrollo educativo y personal de todos los peruanos.
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